Miles de residentes del condado de Los Ángeles se encuentran bajo órdenes de evacuación por el incendio que se declaró en la mañana del 7 de enero, que se ha propagado masivamente, alcanzando casi 3.000 acres (1.214 hectáreas).
En la carrera hacia la seguridad, las carreteras se volvieron intransitables y muchas personas abandonaron sus vehículos para huir a pie. Como consecuencia de los múltiples incendios avivados por los vientos, la calidad del aire se está deteriorando en Los Ángeles.