Es probable que se seque una zona mayor que Islandia, aunque el clima "sólo" se caliente 2ºC. He aquí lo que esto significa en la región de Asia Central.
La mayor masa de agua sin salida al mar del mundo se está reduciendo a un ritmo que podría poner en grave peligroa una especie emblemática de foca, poner en peligro a las comunidades costeras y liberar polvo tóxico, según revela un nuevo estudio. El nivel de las aguas del mar Caspio -que limita con Azerbaiyán, Irán, Kazajstán, Rusia y Turkmenistán- está descendiendo debido a que el aumento de las temperaturas hace que se evapore más agua de la que entra.
Incluso si el calentamiento global se limita a menos de 2ºC, es probable que el Mar Caspio desciendaentre 5 y 10 m, reduciendo en 112.000 km² su tamaño actual de 387.000 km². Si no se controla, el cambio climático podría provocar un descenso del nivel de las aguas de hasta 21 m de aquí a 2100.
Investigadores de la Universidad británica de Leeds han trazado un mapa de lo que esto significa para la biodiversidad y las infraestructuras humanas de la región. Muchas de las zonas más importantes del Mar Caspio se encuentran en aguas poco profundas, por lo que es urgente tomar medidas para proteger las especies y las comunidades costeras.
Animales que dependen de que el Mar Caspio siga siendo grande
Las focas del Caspio viven exclusivamente en el Mar Caspio salobre, donde se han adaptado a las grandes oscilaciones de temperatura. Entre enero y marzo, las focas dan a luz a sus cachorros de pelaje blanco en el hielo del norte del mar Caspio. Pero incluso una disminución de 5 m podría reducir la superficie de este hábitat hasta en un 81%, según el nuevo estudio, lo que supondría una enorme presión para una población ya reducida.
En 2008, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) incluyó a la foca del Caspio en la lista de especies en peligro de extinción, debido a una amplia gama de factores de estrés, como la extracción de petróleo y gas, el transporte marítimo y los signos ya evidentes de alteración del hábitat por el cambio climático.
La reducción del mar también hará inaccesibles las zonas de descanso de las focas.Aunque el descenso del nivel del mar puede crear algunas islas nuevas, aún no se sabe si serán alternativas adecuadas. Las diminutas focas son el claro ejemplo de la difícil situación del mar Caspio, pero muchas otras especies se ven amenazadas por su retroceso, y las repercusiones medioambientales son de gran alcance.
La cuenca del Caspio albergó en el pasado la mayor diversidad de esturiones del mundo, una antigua familia de peces de gran tamaño. Las cinco especies de esturiones del Caspio que desovan en los ríos están en peligro crítico debido a la sobrepesca para obtener su carne y caviar. Ahora, las partes menos profundas del mar que habitan los esturiones en verano y otoño se enfrentan a una posible reducción de tamaño de hasta el 45%, lo que puede impedir que los peces lleguen a sus lugares de desove en el Volga, el Ural y otros ríos afluentes.
El Mar Caspio es también un hábitat de importancia mundial para las aves que migran entre Europa, Asia y África. Estas aves dependen de las lagunas costeras y los cañaverales para descansar, refugiarse y alimentarse durante sus migraciones, pero estos hábitats son vulnerables a la pérdida a medida que las aguas retroceden.
En total, un descenso de 10 m del nivel del agua acabaría con cuatro de los 10 tipos de ecosistemas exclusivos del Mar Caspio. Las zonas marinas protegidas, salvaguardadas por su biodiversidad, desaparecerían casi por completo, salvo una cantidad muy pequeña de agua en Kazajstán.
¿Cuáles son las implicaciones humanas y cómo puede ayudar la gente?
Más de 15 millones de personas viven en las costas de los cinco países del Caspio y dependen del mar para la pesca, la navegación y el comercio. En el norte del Caspio, los resultados muestran que algunos asentamientos, puertos e instalaciones industriales podrían acabar varados lejos de las nuevas costas.
Se prevé que los puertos de Bakú (Azerbaiyán), Anzali (Irán) y Aktau (Kazajstán) vean aumentada la distancia a la costa en 1 km o más, mientras que Turkmenbashi (Turkmenistán) y Lagan (un emplazamiento previsto en Rusia) podrían ver crecer esa distancia en 16 km y 115 km.
Es probable que las comunidades costeras del norte sean las más afectadas al desaparecer los ingresos procedentes de la pesca. Y el cambio climático podría suponer un doble golpe económico, ya que la pérdida de agua del Caspio alteraría el clima regional, con la consiguiente disminución de las precipitaciones en toda Asia Central, lo que dificultaría el trabajo agrícola.
También hay problemas sanitarios acuciantes. Una vez expuesto, es probable que el lecho marino desprenda polvo con contaminantes industriales y sal, lo que supondría una grave amenaza para la salud humana. Podría ser una historia similar a la del Mar de Aral, donde las tormentas de polvo salado del lecho marinodesecado siguen enfermando a la gente.
Dados los múltiples riesgos que el cambio climático supone para el mar Caspio, el tiempo apremia. "El descenso del nivel del mar Caspio parece inevitable, incluso si se toman medidas para reducir las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero", afirma el Dr. Simon Goodman, de la Facultad de Biología de la Universidad de Leeds, que supervisó la investigación.
"Sin embargo, con los efectos previstos a lo largo de unas décadas, debería ser posible encontrar formas de proteger la biodiversidad al tiempo que se salvaguardan los intereses y el bienestar humanos". Y continúa: "puede parecer un plazo largo, pero, dados los inmensos retos políticos, legislativos y logísticos que implica, es aconsejable empezar a actuar cuanto antes para tener las mayores posibilidades de éxito".
Elchin Mamedov, del Ministerio de Ecología y Recursos Naturales de Azerbaiyán, acoge con satisfacción las importantes advertencias del estudio y afirma que demuestra "la necesidad de mejorar la cooperación regional e internacional para ayudar a gestionar los impactos".