En menos de 24 horas se produjeron acontecimientos importantes y sin precedentes en Oriente Medio que han aumentado considerablemente la preocupación por un estallido de tensión militar generalizada en la región.
Primero, el Gobierno de Estados Unidos, retiró mediante una orden lo que denominó las "fuerzas innecesarias" del país en las embajadas de Oriente Próximo. Luego, en una resolución en la que criticaba la falta de cooperación de Irán con el organismo internacional, el Consejo de Gobierno del Organismo Internacional de Energía Atómica acusó a la República Islámica de no cumplir sus obligaciones en virtud del Tratado de No Proliferación Nuclear. Y los funcionarios de la República Islámica anunciaron que establecerían una nueva planta de enriquecimiento en respuesta a la resolución y que lanzarían una generación más avanzada de centrifugadoras.
Mientras tanto, los medios estadounidenses informaron de la disposición del Ejército israelí a emprender acciones militares contra las instalaciones nucleares de Irán. Esto se produce cuando se ha confirmado que los negociadores iraníes y estadounidenses volverán a reunirse en torno a una mesa en Mascate, en Omán, el domingo para mantener conversaciones directas e indirectas entre sí.
Según los informes, unos días antes, en una reunión del Gabinete estadounidense-israelí, Benjamín Netanyahu, dirigiéndose a Donald Trump, había dicho que la única manera de avanzar en el camino hacia la detención del programa nuclear de Irán era mantener sobre la mesa una amenaza militar creíble. ¿Lo que ha ocurrido en estas horas es la idea de Netanyahu, o se están poniendo en práctica otros planes entre bambalinas?
Dos posibles escenarios
En declaraciones a 'Euronews', el investigador de relaciones internacionales Hamid Reza Azizi sostiene que son concebibles dos escenarios para estas situaciones. "Los acontecimientos que se han producido no significan necesariamente que hubiera una guerra por adelantado", señala. "El primer escenario es que se convierta en una herramienta de presión contra Irán en las conversaciones del domingo. Al poner sobre la mesa una amenaza militar inmediata y justificada, junto con las crecientes presiones políticas y diplomáticas presentadas en forma de la reciente resolución de la agencia, Estados Unidos quiere convencer a Irán de que se centre en cosas como el enriquecimiento y, de lo contrario, se enfrente a las consecuencias".
Azizi describe el segundo posible escenario de la siguiente manera: "Estados Unidos podría dar la posibilidad de que, en reacción a la resolución del organismo y a las acciones contraproducentes de Irán en respuesta a la resolución, que pide la creación de nuevas instalaciones nucleares, y la puesta en servicio de nuevas centrifugadoras, Israel responda a una serie de tensiones".
Con respecto a la publicación de informes sobre la disposición del Ejército israelí a atacar las instalaciones nucleares de Irán, el investigador de la Fundación de Ciencias y Política de Berlín dijo a 'Euronews': "La disposición del Ejército israelí a atacar a Irán no es nada nuevo y sabemos que, no solo tras los ataques recíprocos de octubre del año pasado, sino también antes de eso, Israel siempre ha tenido planes de acción contra Irán. Pero lo destacable es que la posibilidad de desmantelar eficazmente las capacidades nucleares y militares de Irán no es concebible sin una amplia participación militar de Estados Unidos. Por eso parece más factible en las circunstancias actuales del primer escenario, es decir, la presión militar".
El experto en temas de Oriente Medio añade: "Pero por otro lado, es posible que, dadas las presiones nacionales e internacionales, Netanyahu quiera considerar la misma herramienta diplomática que Trump quiere usar como luz verde y, además, asegurarle a Trump que Israel se ocupará de este tema por sí solo y garantizará que los ataques israelíes lo solucionen. De lo contrario, se requerirá una campaña amplia y el pleno acompañamiento y participación de Estados Unidos", afirmó.
El cambio de enfoque de EE.UU.
El antiguo catedrático de la Universidad Shahid Beheshti se refirió a las próximas conversaciones en Mascate y al énfasis de las dos partes en la cuestión del enriquecimiento continuo o su cierre total: "Según informes publicados, la posición de Estados Unidos ha cambiado durante las cinco rondas de negociaciones, y en las tres primeras se ha llegado a un acuerdo sobre el enriquecimiento dentro de Irán, al menos verbalmente. La causa del cambio de enfoque de Estados Unidos es muy importante", explica Azizi.
"Si es por la presión israelí, es posible que todos los acontecimientos en la región y la amenaza de una respuesta iraní acaben obligando a Estados Unidos a aceptar algún nivel de enriquecimiento. Pero si se trata de la posición interna de Trump y de las declaraciones hechas, por ejemplo, por los demócratas con el pretexto de que este acuerdo se convierta en última instancia en el Plan de Acción Integral Conjunto (JOA), será difícil cambiar la postura de Estados Unidos".
Respecto a la posición de Irán, Azizi la interpreta de la siguiente manera: "No veo la posibilidad de que Irán se niegue a aceptar sin obtener al menos el derecho al enriquecimiento de Estados Unidos. En el mejor de los casos, podría aceptar un período temporal de estancamiento para fomentar la confianza, pero no creo que el desmantelamiento y la congelación total sean una opción que la parte iraní acepte", señaló.