En este episodio de The Road to Green, viajamos a Colombia, sede de la conferencia COP16 sobre biodiversidad, que colabora con Europa en los esfuerzos por restablecer la paz y la naturaleza.
El Parque Natural Bahía Málaga, situado en el Pacífico colombiano, alberga una de las zonas más ricas en biodiversidad del mundo. Se han identificado unas 1.400 especies en esta gran bahía, donde las tortugas nadan junto a las ballenas que vienen a reproducirse cada año.
"Nuestros antepasados siempre nos dijeron que nuestro deber era conservar esta tierra y dejarla en buen estado para las generaciones futuras", explica Miller Valencia, vecino de La Plata, mientras nos lleva en barco hasta la isla donde vive esta comunidad de afrodescendientes desde hace más de 300 años.
La comunidad es famosa por sus mujeres pescadoras de piangua, un molusco muy apreciado en Colombia. Las mujeres de la comunidad se abren paso hábilmente a través de los densos manglares y sumergen las manos en el fango durante la marea baja para recoger este preciado marisco.
Un modelo de pesca sostenible
Sin embargo esta actividad milenaria está en peligro. "Nuestros abuelos solían pescar 200 docenas de pianguas en dos o tres horas. Hoy, sólo pescamos 20 docenas como máximo. Eso es mucho menos", explica Rosa, miembro de la asociación de pescadores Raíces Piangüeras.
Con un pianguimetro, mide los moluscos para asegurarse de que sólo se retiran los ejemplares adultos que ya se han reproducido. Sin embargo, Rosa explica que los habitantes de otras regiones no son tan cuidadosos.
Recogen todos los mariscos, grandes y pequeños. Si ya no son capaces de reproducirse, significa que se agotarán los suministros", afirma Rosa, quien cree que "este recurso natural nos dará para vivir durante mucho tiempo, si lo cuidamos".
La Unión Europea apoya a estas mujeres (conocidas como "piangüeras") a través de su programa de desarrollo local sostenible, que implica a las comunidades indígenas y afrocolombianas en la gestión de los esfuerzos de conservación.
El proyecto consiste en desarrollar la cadena de valor de la piangua para que pueda procesarse y envasarse localmente y venderse a un mejor precio. En la actualidad, el marisco se vende sobre todo a un comerciante que lo exporta a bajo precio a Ecuador.
Las oportunidades del turismo sostenible
Otro de los objetivos de la asociación ha sido crear una "ruta de la piangua" para convertir el marisco en un atractivo turístico. Se han creado casas indígenas para alojar a los turistas, con el respaldo del consejo de la comunidad, que ha convertido la preservación de la naturaleza en un requisito previo para cualquier actividad económica.
"La idea es que los turistas conozcan la cultura de la comunidad negra local. Pueden aprender a pescar y a recolectar piangua, de modo que podamos promover nuestras prácticas ancestrales", explica Santiago Valencia, dirigente del consejo comunal de La Plata.
No queremos que el turismo dicte lo que sucede en el la zona, sino verlo como un medio para que otros nos conozcan tal como somos", añade.
En su lucha por proteger la naturaleza, la comunidad también recibe apoyo de ONG como WWF y de universidades. Otros proyectos incluyen el recuento y la observación de animales salvajes, como tortugas y leopardos.
Paz con la naturaleza
La paz con la naturaleza fue el tema de la conferencia COP16 sobre biodiversidad, que se celebró en Cali del 21 de octubre al 2 de noviembre.
Uno de los principales avances fue la inclusión de los pueblos indígenas y las comunidades locales en el Marco Mundial de Biodiversidad (GBF, por sus siglas en inglés) de Kunming-Montreal, mediante la creación de un órgano subsidiario.
"Tenemos que reconocer el papel de los pueblos indígenas y las comunidades locales, porque nos enseñan cómo hacer mejor las cosas", declaró a Euronews Florika Fink-Hooijer, directora general del Departamento de Medio Ambiente de la Comisión Europea.
"Ellos comprenden y respetan la naturaleza, mientras que nosotros la damos por sentada. La Unión Europea financia proyectos que les apoyan en este papel, porque también son defensores de la naturaleza, lo cual puede ser una posición arriesgada", añadió.
Las negociaciones internacionales de la COP16 también dieron lugar a avances en la aplicación del GBF por parte de los Estados firmantes.