Otaru intensifica las medidas para gestionar la afluencia de visitantes mientras persiste el turismo de masas en Japón.
Una pequeña y pintoresca ciudad portuaria de Japón ha contratado guardias de seguridad para vigilar a los turistas que se toman selfies. Conocida por su bonito canal bordeado de almacenes de los siglos XIX y XX bien conservados, Otaru se prepara para el exceso de visitantes que llegan con motivo del Año Nuevo Lunar. Situada en la isla de Hokkaido, la ciudad tiene muchas cuestas empinadas, que ofrecen miradores para contemplar el mar y hacer fotos dignas de Instagram.
Se espera que los turistas se reúnan en la famosa ladera de Funamizaka con motivo del Festival de Primavera del Año Nuevo Lunar, por lo que Otaru está redoblando sus esfuerzos contra el turismo excesivo. Los guardias de seguridad evitarán que los visitantes se agolpen para tomar codiciadas fotos del mar y el puerto y atasquen la zona.
Funamizaka, una de las laderas más empinadas de Otaru, es famosa por ser escenario de varias películas, entre ellas la japonesa 'Carta de amor', de 1995, y la china 'Ciudades enamoradas', de 2015, lo que alimenta su popularidad.
Los japoneses se sienten cada vez más frustrados por el exceso de turismo y el comportamiento perturbador de los turistas, que bloquean carreteras para hacerse fotos y no respetan las costumbres locales. Los datos de la Organización Nacional de Turismo de Japón revelan que 33,38 millones de personas visitaron Japón solo entre enero y noviembre de 2024, superando el récord anterior de 31,88 millones establecido en 2019.
Una turista murió mientras trataba de hacerse una foto
Las medidas de seguridad de Otaru llegan después de que se informara de que una turista de 61 años se dirigió a las vías de una línea ferroviaria local para hacerse una foto y murió atropellada por un tren. Según el 'South China Morning Post', la turista se detuvo en las vías para hacerse una foto y no se percató de que el tren se acercaba.
La muerte llevó a la población local a expresar su preocupación por los turistas que intentan recrear escenas de sus películas favoritas, con incidentes cercanos a la muerte cuando los visitantes adoptan comportamientos arriesgados para conseguir las mejores fotos. Según informó el 'West Australian', un residente declaró a una cadena de televisión local que el incidente era "un accidente que iba a ocurrir sí o sí". "Los turistas suelen hacer fotos entre las puertas del cruce. Los trenes han sido detenidos en múltiples ocasiones como resultado".
¿Qué harán los guardias?
En respuesta a las crecientes presiones del turismo excesivo y el mal comportamiento de los visitantes en Japón, se han desplegado guardias de seguridad en puntos clave de Otaru para gestionar la afluencia de visitantes extranjeros y evitar nuevos accidentes.
A principios de esta semana, los guardias apostados en tres lugares populares mostraron carteles en inglés, chino y coreano, instando a los turistas curiosos a respetar la propiedad privada y evitar bloquear las carreteras al tomarse selfies. Las medidas de seguridad se mantendrán hasta finales de marzo, y la Policía local aumentará las patrullas.
La drástica medida llega en medio de la preocupación por el impacto medioambiental y social del creciente número de turistas, especialmente en temporadas altas como el Año Nuevo Lunar.
Japón lucha contra el turismo excesivo
No es la primera vez que Japón toma medidas inusuales para controlar a los visitantes. Kawaguchiko también ha visto una gran afluencia de turistas que compiten por la foto perfecta del monte Fuji. Ahora, los funcionarios locales han tomado medidas enérgicas contra los turistas que se portan mal.
Fujikawaguchiko, en las estribaciones septentrionales del monte, cuenta con varios puntos de interés fotográfico muy populares entre visitantes y fotógrafos, que acuden en masa en busca de imágenes perfectas. Frustrada por la afluencia de turistas, la ciudad ha construido una gran pantalla negra en un tramo de acera para bloquear la vista de la famosa montaña y frenar las aglomeraciones, la basura y el intrusismo.
Japón también está poniendo en marcha una guía de etiqueta para turistas extranjeros con el fin de gestionar el exceso de turismo y mejorar el comportamiento de los visitantes. Los carteles en zonas concurridas recordarán a los visitantes que observen las costumbres locales, que no se detengan de repente ni bloqueen los pasos, que sean conscientes de su entorno al hacer fotos y que eviten saltarse las colas.
Estas medidas forman parte de una campaña más amplia para hacer frente a la creciente preocupación por el comportamiento perturbador de los turistas. Las autoridades locales también distribuyen folletos informativos y utilizan señalización digital en varios idiomas para promover prácticas de viaje respetuosas.