El método quirúrgico podría ofrecer nuevas esperanzas a algunos pacientes con cáncer en fase avanzada a los que se les han agotado otras opciones.
Una mujer alemana ha recuperado la esperanza de vida después de que un novedoso método de trasplante doble de pulmón la librara de un cáncer mortal. A Cornelia Tischmacher, historiadora y marchante de arte berlinesa, le diagnosticaron un cáncer de pulmón en estadio 3 a principios doble de 2018, solo ocho meses después de dar a luz a gemelos.
La mujer, que entonces tenía 40 años, no fumaba y se consideraba sana, se sometió a cirugía y quimioterapia, pero el cáncer reapareció al año siguiente. El pronóstico parecía sombrío. Los pulmones de Tischmacher empezaron a fallar y, en junio de 2024, ya no podía respirar sin un tanque de oxígeno.
Se preparaba para lo peor hasta que descubrió un ensayo clínico pionero en Estados Unidos para pacientes como ella. "Mi sensación fue: 'claro que quiero probarlo... si es la única opción en el mundo'", dijo Tischmacher a 'Euronews Health'. "Al mismo tiempo, sabía que no tenía ni idea del éxito que puede tener algo así".
El programa DREAM (Double Lung Transplant Registry Aimed for Lung-Limited Malignancies) de Northwestern Medicine, un sistema sanitario de Chicago, había desarrollado una nueva forma de hacer trasplantes doble de pulmón para pacientes con cánceres avanzados limitados a los pulmones.
El equipo de cirugía de Northwestern creía que había un problema con la operación estándar, en la que los pulmones se trasplantan de uno en uno. Pensaban que ese breve solapamiento en el organismo era suficiente para que el cáncer se extendiera entre el pulmón enfermo y el nuevo. La solución era sencilla en teoría, pero complicada de llevar a cabo: extirpar los dos pulmones enfermos a la vez, limpiar las vías respiratorias y la cavidad torácica e implantar los pulmones nuevos.
"Estos pacientes pueden tener miles de millones de células cancerosas en los pulmones, por lo que debemos ser extremadamente meticulosos para no dejar que ni una sola célula se derrame en la cavidad torácica o el torrente sanguíneo del paciente", explica el doctor Ankit Bharat, que realizó el trasplante de Tischmacher y es jefe de cirugía torácica en Northwestern Medicine. En diciembre, Tischmacher voló a Chicago para someterse a la operación. Cuando despertó, podía respirar de nuevo.
Casi cinco meses después, su salud sigue mejorando, sin signos de cáncer. Sin la intervención, dice Tischmacher, "habría muerto. Está muy claro". Su operación es uno de los últimos ejemplos de lo que podría llegar a ser un método más habitual para determinadas personas con cánceres avanzados, es decir, las que sólo padecen la enfermedad en los pulmones, tienen el corazón y los riñones fuertes y no disponen de otras opciones de tratamiento.
Según Bharat, unas 70 personas se han sometido a esta operación desde que se puso en marcha el programa DREAM hace tres años. Sólo a cinco les ha reaparecido el cáncer. "Tienen una enfermedad mucho más limitada que la que tenían en el momento del trasplante, y podemos reiniciar el ciclo (de tratamiento) con terapias sistémicas. De todas formas, les alargamos la vida de forma espectacular", explica Bharat a 'Euronews Health'.
"Que sepamos, somos el único programa del mundo que ofrece esta posibilidad", añadió. Tischmacher fue la primera paciente de Alemania en recibir un trasplante de pulmón en Northwestern Medicine, aunque otros pacientes han viajado desde otros lugares de Europa, así como de Asia, Oriente Medio, Sudamérica y Canadá, dijo el sistema sanitario.
Los trasplantes de pulmón no son frecuentes. En 2023 solo se realizaron 7.814 trasplantes en todo el mundo, según una base de datos del Observatorio Mundial de Donaciones y Trasplantes (GODT). Mientras tanto, en Alemania, la escasez de donantes y la estricta priorización de los pacientes con mayor necesidad médica y beneficio potencial pueden dificultar el a los trasplantes de pulmón.
Tischmacher permanecerá un año en Estados Unidos para estar cerca de su equipo médico antes de regresar a Alemania. Cuando sus gemelos de ocho años fueron a verla a Chicago en abril, visitaron museos, vieron el acuario y jugaron al minigolf, cosas que a Tischmacher le habría costado hacer antes de la operación.
Sus hijos se sintieron aliviados por la ausencia de una botella de oxígeno. "En todos estos años, nunca he tenido suerte", dice Tischmacher. Su salud "siempre fue de mal en peor. Y que al final haya tenido esta gran oportunidad, es demasiado bueno para creerlo".