La capital austriaca ocupa los primeros puestos en estabilidad, sanidad, cultura y medio ambiente, educación e infraestructuras.
PUBLICIDADViena es, desde hace mucho tiempo, sinónimo de arte, cultura y gastronomía. La popularidad de la capital austriaca entre los turistas puede dar fe de su reputación, con más de 17 millones de pernoctaciones en 2023. Casi las mismas cifras previas a la pandemia.
Para los más de dos millones de habitantes del área metropolitana de Viena, la ciudad se caracteriza, entre otros factores, por su asequibilidad, el a la sanidad y la educación, los alquileres comparativamente bajos y los espacios verdes.
Por eso, por tercer año consecutivo, la ciudad ha sido elegida como la más habitable del mundo, según un índice anual elaborado por 'Economist Intelligence Unit' (EIU), empresa hermana de la publicación británica 'The Economist'.
Europa ocupa los tres primeros puestos entre las 173 ciudades analizadas: Copenhague (Dinamarca) se hace con el segundo lugar y Zúrich (Suiza) con el tercero.
¿Qué hace que Viena sea tan habitable?
Viena no solo encabeza la clasificación de la EIU, sino también el índice de calidad de vida de 'Mercer', que la ha nombrado número uno durante los últimos 10 años. La ciudad también fue nombrada capital europea de la democracia en 2023, y obtuvo el segundo puesto en la encuesta de calidad de vida de la revista 'Monocle'.
"Si hablamos de encuestas como las de 'Mercer' o 'Economist Intelligence Unit', en ellas se analizan de forma muy exhaustiva factores como la disponibilidad de espacios verdes en una ciudad, el transporte o las infraestructuras en general», dijo a 'Euronews' Nikolaus Gräser, portavoz de la Oficina de Turismo de Viena.
"Creo que Viena cumple muchos requisitos y, como residente, es una ciudad muy habitable, que funciona muy bien". Gräser añadió que "Viena combina a la perfección la eficiencia del norte de Europa y el estilo de vida del sur de Europa, y eso implica un alto grado de disfrute. No se trata tanto de lo que puedes hacer en la ciudad como de lo que quieres hacer".
¿Cómo funciona la clasificación?
El EIU evalúa la habitabilidad mediante un sistema de puntuación de cero a cien que tiene en cuenta 30 factores englobados en cinco categorías: estabilidad, sanidad, cultura y medio ambiente, educación e infraestructuras. Cada factor se califica como aceptable, tolerable, incómodo, indeseable o intolerable.
Las puntuaciones se compilan y ponderan para obtener la puntuación final, en la que un uno se considera intolerable y un 100 ideal. El índice de habitabilidad se basa en la puntuación global y en la de cada categoría.
Vivienda asequible
En comparación con Londres, París y Berlín, Viena es uno de los pocos lugares donde los precios de los alquileres se han mantenido relativamente estables en la última década, aunque siguen aumentando con el tiempo.
El alquiler medio, facturas incluidas, es de 570 euros por una habitación privada amueblada, y de 929 euros por un estudio amueblado, según la plataforma global de alquiler 'HousingAnywhere'. Allí, el salario medio después de impuestos de 34.188 euros anuales o 2.849 euros mensuales.
La ciudad de Viena es una de las mayores arrendadoras de Europa: las autoridades municipales poseen alrededor de una cuarta parte del parque de viviendas de la ciudad, lo que supone 220.000 pisos de propiedad municipal y 200.000 en cooperativa.
Los alquileres también están regulados por el Gobierno local, de modo que ninguno de los residentes paga más del 20 o 25% de sus ingresos familiares en alquiler cuando viven en viviendas sociales.
La ciudad también presume de bajos índices de delincuencia, ocupando el tercer puesto en el 'Índice de Paz Global 2024', por detrás de Islandia e Irlanda.
Transporte público y espacios verdes
Según el alcalde Michael Ludwig, la constante clasificación de Viena como ciudad altamente habitable demuestra que funciona bien, que sus dirigentes toman decisiones políticas acertadas y que está preparada para el futuro.
"Todos los habitantes de nuestra ciudad se benefician de la alta calidad de vida, la estabilidad y la fiabilidad de las infraestructuras", afirmó. "Estos logros son mérito de todos los que trabajan por esta ciudad cada día".
Aproximadamente el 50% de Viena está formado por espacios verdes, incluidos parques y zonas boscosas, según las estadísticas oficiales de la ciudad.
Muchos de los viñedos cultivan uvas en las colinas que rodean la ciudad y todos son accesibles en transporte público. De hecho, solo un tercio de los habitantes de la ciudad conduce un coche.
Según Wiener Linien, el operador de transporte público de la ciudad, 2,6 millones de personas utilizan a diario el sistema de transporte público, con más de 100 estaciones de metro repartidas por toda la ciudad.
Un 73% coge el transporte público para ir a trabajar, un 44% camina, un 13% va en bicicleta y sólo un 33% conduce, según afirma Travel Portal.
La ciudad cuenta con 800 granjas dentro de sus límites, y casi medio millón de árboles están bajo la jurisdicción del Departamento Municipal de Parques y Jardines, lo que facilita enormemente el a la naturaleza a los residentes de la ciudad.
Quizá el mayor activo verde de la ciudad sea la isla del Danubio, una isla artificial de 21 kilómetros entre las orillas del río Danubio.
Construida en un principio para evitar inundaciones en la ciudad, ahora es un lugar de fiesta y deportes acuáticos al que no se puede acceder en coche, ya que el metro llega directamente.
"Si te gustan los deportes acuáticos, puedes ir a la isla del Danubio a hacer windsurf, hay senderos para hacer ciclismo de montaña y senderismo", explica Gräser a 'Euronews'. "Y todo ello a 20 minutos de una cultura y una gastronomía de primer orden. Creo que es la combinación perfecta para un lugar donde vivir".