Primero fueron las vacunas, luego el gas, y ahora la UE hará compras conjuntas de equipos de defensa. Esta última emergencia se debe a la guerra de Rusia en Ucrania y a la perspectiva de que Estados Unidos invierta menos en la protección de Europa.
La UE planea pedir prestados 150.000 millones de euros en los mercados financieros para su nuevo instrumento de préstamo Acción de Seguridad para Europa (SAFE). Es uno de los pilares del plan Readiness 2030, cuyo objetivo es movilizar 800.000 millones de euros para inversiones en defensa de aquí al final de la década.
"La guerra de Rusia en Ucrania y el intento de la UE de apoyar a Kiev pusieron realmente de manifiesto las dependencias y carencias de la base industrial de defensa de la UE y lo mal preparados que estábamos en caso de vernos obligados a entrar en una guerra convencional", declaró Alice Tidey, reportera de 'Euronews' que cubrió el anuncio.
"El objetivo de SAFE es reactivar las fábricas europeas de armamento haciendo que los Estados compren de forma estratégica y conjunta, de modo que la industria esté menos fragmentada y se produzca con mayor rapidez y, lo que es más importante, que nuestros ejércitos sean más interoperativos. Y, por supuesto, también se trata de bajar los precios", añadió.
Las inversiones deberían impulsar la producción y adquisición de defensa antiaérea y antimisiles, sistemas de artillería, misiles y munición, así como otros equipos militares cruciales para hacer frente a las amenazas a la seguridad, incluida la protección de infraestructuras críticas y la guerra cibernética, de inteligencia artificial y electrónica.
"Ofrece a los países la posibilidad de encontrar dinero para comprar material militar. Es un comienzo y creo que es una muy buena señal", dijo la eurodiputada alemana Marie-Agnes Strack-Zimmermann, del grupo Renew.
La parlamentaria, que preside la Comisión de Seguridad y Defensa del Parlamento Europeo, también destacó que parte de la tecnología podría tener doble uso y ser útil para fines civiles.
Euronews habló con residentes en Roma y las opiniones estaban divididas. "Tenemos que defendernos y la amenaza está en nuestra puerta", dijo uno de ellos. "No deberían aumentar el gasto para una guerra que no se va a producir. Esta no es nuestra guerra", dijo otro residente en la capital italiana, refiriéndose a la invasión rusa de Ucrania.
En Berlín, las mismas divisiones eran evidentes: "Si el objetivo es iniciar otra carrera armamentística, entonces no estoy a favor", dijo un residente de la ciudad alemana. "Estoy a favor de un esfuerzo europeo conjunto de defensa, pero sin endeudarse", dijo otro.
Asociaciones con países afines
Los gobiernos tendrán que devolver el dinero a lo largo de 45 años y también pueden activar la Cláusula de Escape Nacional del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que estipula que los déficits presupuestarios no pueden superar el 3% del PIB.
Con SAFE, los gobiernos pueden superar esta cifra en un 1,5% anual, siempre que el importe se destine exclusivamente a defensa. Más de la mitad de los Estados han solicitado la activación de la Comisión Europea.
Para recibir préstamos, los gobiernos deben cumplir ciertas condiciones: el 65% del valor de cada pieza de equipo militar debe producirse en uno de los 27 Estados de la UE, Ucrania y los de la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC) Islandia, Liechtenstein y Noruega.
El 35% restante también puede proceder de cualquier tercer país del mundo. La contratación común puede incluir a países candidatos a la UE, como los Balcanes Occidentales, y a terceros países con asociaciones bilaterales de seguridad y defensa, como Japón, Corea del Sur y el Reino Unido.
Sin embargo, la UE sigue siendo muy dependiente de las armas compradas a Estados Unidos y el aumento de la inversión podría ser un claro indicio de la apuesta del bloque por ser más autónomo, algo que ha exigido el presidente Donald Trump en el marco de la OTAN.
"Soy optimista y creo que el presidente de EE. UU. se dará cuenta de lo que estamos empezando a hacer", declaró Strack-Zimmermann.
La UE tiene previsto recaudar más fondos. La Comisión Europea propone utilizar parte de los Fondos de Cohesión, destinados al desarrollo regional. El Banco Europeo de Inversiones también intentará movilizar por primera vez fondos privados para este ámbito.
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Periodista: Isabel Marques da Silva
Producción de contenido: Pilar Montero López
Producción de vídeo: Zacharia Vigneron
Grafismo: Loredana Dumitru
Coordinación editorial: Ana Lázaro Bosch y Jeremy Fleming-Jones