La UE ha considerado que el desarrollo de su red eléctrica es un elemento esencial, y en cierto modo descuidado, de sus esfuerzos por abandonar los combustibles fósiles y reducir la factura energética, pero también ve la necesidad de prepararse para posibles ataques de potencias hostiles.
La Comisión Europea quiere reducir los costes energéticos de Europa, pero debe hacerlo estimulando al mismo tiempo una inversión masiva en una red de transporte y distribución de electricidad envejecida y, cada vez más, reduciendo la vulnerabilidad a los ataques externos.
La UE ya ha señalado la electrificación como vía clave para reducir la dependencia de los combustibles fósiles, especialmente el petróleo y el gas de Rusia, pero los funcionarios de la UE que intervinieron esta semana en un acto organizado por la Representación Permanente de Polonia en Bruselas señalaron una amenaza más directa.
La vulnerabilidad de la red eléctrica de la UE
Las infraestructuras energéticas son siempre un objetivo clave en las guerras, y las ucranianas han estado sometidas a constantes bombardeos desde que Rusia las invadió en febrero de 2022; pero el sabotaje de cables submarinos en el Báltico ha puesto recientemente al descubierto la vulnerabilidad de la propia red eléctrica de la UE.
"Estas amenazas, ahora... están cada vez más cerca de nosotros, y realmente tenemos que prestar atención a cómo aumentar la seguridad y la resistencia de la infraestructura", dijo Asta Sihvonen-Punkka, vicepresidenta de la Red Europea de Gestores de Redes de Transporte (ENTSO-E), en el foro político del miércoles 26 de marzo.
Sihvonen-Punkka también señaló el problema del a los cables y componentes necesarios para reparar las infraestructuras energéticas dañadas, con cadenas de suministro lentas y largos plazos de entrega. "Ahora tenemos repuestos para reparar el cable dañado, pero para pedir más cables el plazo de entrega es de unos siete años, lo cual es demasiado largo", afirmó. "Así que creo que somos realmente vulnerables en este aspecto".
Mientras hablaba el director general del operador de la red nacional de transporte de Finlandia, la Comisión Europea publicaba una Estrategia de la Unión Preparada más amplia, una de cuyas propuestas es que la UE "incorpore las lecciones de la invasión de Ucrania" a su propia estrategia de seguridad energética.
Antes de que acabe el año se elaborará una estrategia de almacenamiento que incluirá las materias primas críticas y los componentes y tecnologías necesarios para mantener la seguridad energética. El director de la Agencia Reguladora de la Energía de la UE, Christian Zinglersen, dijo que sería más eficaz normalizar el tipo de componentes y equipos utilizados en toda Europa, pero advirtió de que introducir "más holgura y redundancia" en el sistema (lo que sugiere un exceso de capacidad o infraestructuras de reserva) supondría costes considerables. "Pero en muchas jurisdicciones también destinamos el 3, 4 o 5% del PIB a seguridad y Defensa, así que ¿por qué debería ser esto radicalmente distinto?", se preguntó Zinglersen.
El problema del precio
El complicado mercado de la electricidad de la UE es el responsable de las subidas masivas de precios y de que no se invierta en la red eléctrica, sobre todo en líneas transfronterizas de alta tensión. "Podemos constatar como un hecho que necesitamos más inversiones", declaró la directora general de Energía de la UE, Ditte Juul-Jorgensen. "Las inversiones han sido demasiado lentas, el despliegue de redes e infraestructuras ha sido demasiado lento", afirmó.
Además, el sistema de planificación "ascendente" de la UE, que funciona según un ciclo móvil de diez años, "sencillamente no recoge toda la infraestructura y los interconectores transfronterizos que se necesitan", dijo Juul-Jorgensen, señalando los "dramáticos picos de precios" observados en el sureste de Europa el año pasado.
Juul-Jorgensen se refería a las turbulencias del mercado que llevaron al primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, a escribir a la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, el pasado mes de septiembre, por una situación en la que los precios se acercaban a los 1.000 euros por megavatio hora en Hungría, mientras que la vecina Austria pagaba solo 61 euros, con el consiguiente caos en cascada en todo el sistema, en lo que se supone que es un mercado único para toda la UE.
"Políticamente inaceptable"
Mitsotakis culpó a un sistema "tan complejo y opaco que es prácticamente imposible entender con precisión qué está impulsando los precios en un momento dado" y dijo que era "políticamente inaceptable" que su Gobierno fuera incapaz de explicar a sus ciudadanos por qué los precios se estaban disparando.
Bajo los auspicios del "plan de acción para una energía asequible" presentado el mes pasado por el comisario de Energía, Dan Jorgensen, el Ejecutivo comunitario debe presentar antes del verano un plan para armonizar las tarifas de red en toda Europa, respaldado si es necesario por la legislación. Los datos de Eurostat, la oficina estadística de la Comisión, muestran enormes variaciones en la parte de las facturas de electricidad que cubre los costes de la red, desde casi cero en Luxemburgo a más del 30% en Alemania, Hungría y otros países.
En un plan de acción publicado a finales de 2023, el Ejecutivo comunitario preveía la necesidad de invertir 584.000 millones de euros solo en lo que queda de esta década para modernizar la red de acuerdo con diversos objetivos de despliegue de energías renovables y electrificación de ámbitos como la calefacción y el transporte, que dependen abrumadoramente de los combustibles fósiles.
Está previsto que la Comisión presente a principios del año próximo un "paquete de redes" más completo, que debería estar en consonancia con el objetivo de aumentar la tasa de electrificación de toda la economía (el porcentaje de electricidad en el consumo total de energía de Europa) del 21,3% actual al 32% en 2030. Está previsto que el Tribunal de Cuentas Europeo publique la semana próxima un informe sobre el estado de la red eléctrica europea, de 11,3 millones de kilómetros, y la eficacia de las ayudas de la UE hasta la fecha para mantenerla y mejorarla.