El hormigón de cáñamo o hempcrete es un material de construcción de origen biológico que ayuda a conseguir un balance cero, pero: ¿Cómo puede un producto desarrollado hace milenios ayudar a afrontar los retos medioambientales actuales?
PUBLICIDADNo parece gran cosa, pero el hormigón de cáñamo es el material de construcción ecológico que ha entusiasmado a propietarios y arquitectos ecologistas por su potencial como alternativa sostenible a los ladrillos y el hormigón, caros para el medio ambiente.
Se fabrica con una mezcla cuidadosamente calibrada de virutas de cáñamo -el núcleo interior seco de la planta de cáñamo- mezcladas con cal y agua. Pero aunque el hormigón de cáñamo parezca un material de construcción muy moderno, su historia se remonta a hace más de 1.500 años.
Orígenes en la India durante el siglo VI
El yeso de cáñamo del siglo VI todavía recubre las paredes de las cuevas de Ellora, en la India, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y se ha descubierto mortero de cáñamo en antiguos estribos de puentes merovingios en Francia, lo que resulta muy apropiado, ya que Francia estuvo a la vanguardia de la campaña de los años 80 para modernizar el hormigón de cáñamo e introducirlo en una nueva generación.
Por aquel entonces, el hormigón de cáñamo húmedo se moldeaba in situ, como hoy en día, pero la dificultad de conseguir la mezcla adecuada lo convertía en un producto difícil de utilizar para los profanos. Una cantidad excesiva de cualquiera de los tres ingredientes podía hacer que el material se volviera líquido y débil, mientras que una cantidad insuficiente podía provocar su desmoronamiento.
El tiempo de secado también planteaba problemas. En buenas condiciones, el hormigón de cáñamo puede tardar entre cuatro y seis semanas en secarse. Pero un invierno frío y húmedo podría ralentizar el proceso hasta al menos seis meses, lo que restringiría su uso masivo en el norte de Europa.
Credenciales medioambientales impecables
A pesar de las dificultades, las innegables credenciales ecológicas del hormigón de cáñamo han hecho que la cuestión sea cuándo se abrirá camino en el sector de la construcción, y no si lo hará o no.
Liam Donohoe, director de operaciones de UK Hempcrete -empresa con sede en Derbyshire que diseña y suministra materiales para proyectos de construcción con hormigón de cáñamo- explica a 'Euronews Culture' que la sostenibilidad desempeña un papel importante en todas las áreas de desarrollo del producto.
"El cáñamo, a diferencia de los cultivos convencionales, no necesita muchos fertilizantes ni pesticidas para protegerlo mientras crece. El tipo de cáñamo fibroso que se suele utilizar en la construcción es una planta alta que crece rápido, por lo que se puede cultivar y plantar bastante cerca, suprimiendo de forma natural las malas hierbas", explica.
"No estoy diciendo que no se necesite energía para producir hormigón de cáñamo. Pero si lo comparamos con el aislamiento artificial y el relleno de paredes, tiene una vida útil ilimitada y el ingrediente principal es un cultivo renovable cuya producción cuesta mucha menos energía y carbono".
La investigación y el desarrollo lo cambiaron todo
Los experimentos realizados en Francia y en la Universidad belga de Lovaina a principios de la década de 2000 permitieron a los investigadores empezar a superar los obstáculos que impedían que el hormigón de cáñamo desarrollara todo su potencial como producto de construcción.
El momento eureka fue el desarrollo del bloque de hormigón de cáñamo o "ladrillo verde", que eliminó la necesidad de conocimientos especializados y conjeturas a la hora de utilizar el material.
Este bloque fibroso y ligero abrió un nuevo mundo de posibilidades para el material sin mermar sus credenciales ecológicas. No contiene compuestos orgánicos volátiles (COV) y conserva indefinidamente sus propiedades acústicas, de absorción de humedad y de conductividad térmica, a diferencia del aislamiento sintético, que se descomprime con el tiempo y pierde eficacia.
Ahora es un producto consistente, ligero y fiable que puede transportarse fácilmente a las obras y ser utilizado por los constructores sin necesidad de una formación exhaustiva.
Hempcrete frente al hormigón: Comparación incorrecta
A pesar de su versatilidad, los expertos se apresuran a rechazar las comparaciones entre el hempcrete y el hormigón. El hormigón es un material de construcción estructural reforzado que puede soportar su propio peso, mientras que el hempcrete se utiliza alrededor de un armazón de madera, acero u hormigón. Es como un aislamiento que no cuesta un ojo de la cara.
"Cuando el hormigón de cáñamo se fabrica en bloques, es lo bastante fuerte como para sostenerse por sí mismo, por lo que puede utilizarse para construir edificios de varias plantas. Hay varios ejemplos en Holanda, Sudáfrica y Francia, así que no es que no se puedan construir estructuras altas o fuertes con él, sino que hay que utilizarlo alrededor de un armazón", explica Donohoe.
"Los investigadores están trabajando en el desarrollo de una aplicación estructural para el hormigón de cáñamo, pero eso actualmente significa generalmente ajustar la receta. El punto dulce es encontrar algo que sea muy consistente, que llegue a la obra como cualquier otro producto de construcción, sin comprometer demasiado los aportes de carbono a la receta utilizando ingredientes que se produzcan de forma menos sostenible."
Ha llegado la hora del hormigón de cáñamo
El hormigón de cáñamo está demostrando que se adapta bien a la forma radicalmente distinta en que se viven muchas vidas en el mundo post-COVID y al deseo de hacer más para garantizar la supervivencia del planeta.
"En el pasado reciente, la gente se desplazaba a sus oficinas con calefacción, hacía su jornada laboral y volvía a casa para encender la calefacción durante una o dos horas por la noche", explica Donohoe. "Ahora ya no vivimos así. Cada vez somos más los que queremos un ambiente sano y estable en casa, porque es donde muchos viven y trabajan".
"Los aislamientos sintéticos, como el poliuretano y la fibra de vidrio, forman una barrera entre el calor y el frío, pero se calientan y enfrían muy rápido. En cambio, los materiales naturales, como la tierra o el hormigón de cáñamo, se calientan un poco más despacio al principio, pero retienen el calor mucho más tiempo, un proceso llamado 'retardo de decrecimiento'. Este proceso se adapta al mundo actual, en el que la gente está en casa mucho más tiempo y la calefacción se enciende con más frecuencia durante los meses más fríos", añade.
Europa marca el ritmo del uso del hormigón de cáñamo
Los principales actores del mundo del hormigón de cáñamo proceden de Europa. En los Países Bajos, Francia, Bélgica, Alemania e Italia, el hormigón de cáñamo se utiliza habitualmente para rehabilitar edificios antiguos y formar el núcleo de las nuevas construcciones.
Uno de los mayores productores es la empresa belgaIsohemp. La empresa, con sede en Fernelmont, opera en cinco países desde 2011.
Produce más de un millón de bloques de hormigón de cáñamo al año y afirma que los proyectos en los que ha trabajado han ahorrado 18.000 toneladas de C02 al medio ambiente, lo que equivale a las emisiones producidas por un coche patrulla circunnavegando el planeta 32.000 veces.
Aunque el Reino Unido va unos pasos por detrás, la distancia se acorta rápidamente. UK Hempcrete conoce entre 300 y 400 casas en el Reino Unido que se han construido con hormigón de cáñamo y ve un futuro brillante para el producto.
"El futuro del hormigón de cáñamo estará en la prefabricación con métodos modulares de construcción. Ya tenemos casas con entramado de madera que se montan en gran parte en fábricas, se llevan a la obra y se construyen allí. No hay razón para que las casas de hormigón de cáñamo no puedan prefabricarse de forma similar", afirma Donohue.
En Gran Bretaña, hay empresas que construyen casas unifamiliares convencionales con hormigón de cáñamo que tienen el mismo aspecto que las casas unifamiliares de cualquier otro lugar del país, pero con unas prestaciones ecológicas muy superiores".
"Nos centramos en la rehabilitación de viviendas anteriores a 1940. Trabajamos con cooperativas de viviendas sociales de todo el país que tienen casas viejas, frías y con goteras. La mayor oportunidad es desarrollar ese mercado junto con el de la construcción nueva".
Pero quizá aún no se haya explotado todo el potencial del cáñamo y el hormigón de cáñamo. BMW utiliza actualmente un polímero de cáñamo que ahorra peso en los es de las puertas de su coche eléctrico i3, mientras que en las zonas sísmicas del sur de Italia se utiliza el hormigón de cáñamo como material de construcción flexible que puede soportar los movimientos de la tierra, en lugar del hormigón rígido y quebradizo.
El futuro del hormigón de cáñamo como material de construcción ecológico parece asegurado. Pero mientras los investigadores trabajan en formas cada vez más innovadoras de utilizarlo, quizá sólo hayamos visto un atisbo tentador de la diferencia que puede marcar.