Hablando ante más de 6,000 periodistas en Roma, el primer Papa estadounidense instó a los medios a rechazar el "paradigma de la guerra" y en su lugar usar las palabras para construir la paz. Elogió a los reporteros que arriesgan sus vidas para exponer la verdad, llamándolos "testigos de la justicia y la dignidad".
Su emotivo mensaje recibió aplausos y renovó la atención sobre los desafíos que enfrenta la libertad de prensa global. Al salir del salón de audiencia, el Papa León se mezcló con la multitud, estrechando manos, firmando autógrafos y prometiendo apoyo a aquellos que dan voz a los sin voz.