Irán dice estar dispuesto a mantener conversaciones sobre su programa nuclear y a responder a las preocupaciones de Occidente.
Irán se declara dispuesto a mantener nuevas conversaciones con los países occidentales para debatir su programa nuclear y aliviar cualquier inquietud. Teherán tiene previsto mantener conversaciones con el Reino Unido, Alemania y Francia los días 13 y 14 de enero en la ciudad suiza de Ginebra. El controvertido Programa Nuclear Iraní figura en el orden del día de esas conversaciones, así como otros asuntos.
"Estas conversaciones se celebrarán la próxima semana, creo que los días 13 y 14 de enero, en Ginebra. Es la continuación de las conversaciones que mantuvimos en diciembre con los tres países europeos y el representante de política exterior de la UE. Se discutirá una amplia gama de temas, incluidos los asuntos regionales, los lazos bilaterales con la UE y la cuestión nuclear", dijo Esmail Baghaei, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán durante una sesión informativa regular con los medios.
Punto de no retorno
El lunes, el presidente francés, Emmanuel Macron, dijo que la campaña de enriquecimiento de uranio de Teherán se está "acercando a un punto de no retorno". El mandatario francés advirtió a los socios europeos en el Acuerdo Nuclear de 2015 con Irán, que consideren la reimposición de sanciones si no se logran avances. El Ministerio de Asuntos Exteriores iraní instó a París a revisar su enfoque, que calificó de "poco constructivo", de cara a las nuevas conversaciones.
"Las afirmaciones falsas de un Gobierno que a su vez se ha negado a cumplir con sus obligaciones en virtud del acuerdo nuclear y ha desempeñado un papel importante en la adquisición de armas nucleares por parte de Israel es engañosa y proyectiva", dijo Esmail Baghaei en un post en X, antes Twitter.
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, cuya investidura está prevista para el 20 de enero, retiró unilateralmente a Estados Unidos del acuerdo nuclear con Irán y reimpuso sanciones en 2018 durante su primer mandato.
Sus políticas destinadas a ejercer la "máxima presión" sobre Teherán causaron importantes daños a la economía iraní. El rial iraní, la moneda nacional, experimentó una fuerte depreciación de su valor bajo la presidencia de Trump.