El nuevo proyecto piloto de la Unión Europea pretende vigilar y atajar la creciente falta de "interacciones sociales significativas" para luchar contra la soledad.
PUBLICIDADAl menos uno de cada 10 residentes en la Unión Europea se siente solo la mayor parte del tiempo, según revela un nuevo informe sobre la soledad encargado por la Comisión Europea.
Alrededor del 13% de los residentes en la UE respondieron sentirse solos la mayor parte del tiempo o todo el tiempo en la primera encuesta sobre la soledad a escala de la UE, en la que participaron 25.000 personas.
El proyecto se llevó a cabo para obtener una visión general de la "epidemia de soledad" causada por los prolongados encierros y el aislamiento durante la pandemia de COVID-19.
Según el informe, las personas que se sienten solas todo o casi todo el tiempo tienen unos 20 puntos porcentuales más de probabilidades de sufrir síntomas depresivos. "La soledad no es sólo una cuestión privada e individual", afirma el informe. "Puede obstaculizar la cohesión social y debe considerarse un problema social y abordarse como tal", explica.
Claves para prevenir la soledad
Los factores culturales desempeñan un papel importante en la soledad, señala el informe, además de los acontecimientos de la vida de cada uno.
"Las situaciones económicas favorables, así como la cantidad y calidad de las interacciones sociales, son claves a la hora de prevenir la soledad", añade el informe.
El uso intenso de las redes sociales también se asoció a un aumento de la soledad, y los sitios online "carecen de la intimidad y la calidad de las interacciones offline".
Según el informe, la soledad entre los jóvenes encuestados es mayor que entre los mayores, ya que los grandes acontecimientos de la vida tienden a perturbar las redes sociales y hacen que cualquiera pueda sentirse solo.
No obstante, el informe reconocía que las consecuencias de la soledad varían según la edad y que en ningún caso puede ignorarse la soledad entre los adultos mayores.
Las encuestas mundiales de los últimos años han señalado a países europeos como Italia por tener algunas de las tasas más altas de soledad en la vejez.
Uno de los principales retos a la hora de abordar el problema de la soledad es el estigma social y el desconocimiento, según el informe, que añade que el 57% de los encuestados desconocía la existencia de métodos y políticas de intervención.