Bruno Gencarelli es el candidato favorito del Parlamento Europeo para hacerse con el puesto de Supervisor Europeo de Protección de Datos (SEPD).
El próximo regulador de la privacidad de las instituciones de la UE, el Supervisor Europeo de Protección de Datos (SEPD), no debería proceder de las filas de la Comisión Europea, según se afirma en una carta dirigida a los presidentes del Parlamento Europeo y de la Comisión Europea, encabezada por el 'think tank' Centre for AI & Digital Humanism.
La carta (firmada por una lista de catedráticos de privacidad) subraya que si el papel se otorga a Bruno Gencarelli, funcionario de la UE desde hace muchos años, la legitimidad del SEPD está en juego y plantea un riesgo de conflicto. A principios del año pasado, el SEPD dictaminó, por ejemplo, que el uso de Microsoft 365 por parte de la Comisión no era legítimo.
Gencarelli, que pasó 12 años trabajando en funciones directivas sobre protección de datos en la Comisión, y que anteriormente fue jefe de la Unidad de Asuntos Internacionales y Flujos de Datos del Ejecutivo, es uno de los cuatro aspirantes preseleccionados para el cargo por la Comisión.
Tras las audiencias celebradas en ambas instituciones a principios de este mes, la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior del Parlamento Europeo (LIBE) votó a favor del nombramiento de Gencarelli, seguido del actual SEPD, Wojciech Wiewiórowski. Sin embargo, los Estados apoyan a Wiewiórowski para el puesto.
La próxima semana, la Conferencia de Presidentes de la Eurocámara deberá refrendar la decisión de la LIBE, tras lo cual las instituciones tendrán que encontrar un compromiso. Las audiencias debían haberse celebrado el pasado mes de noviembre, pero se retrasaron porque la Comisión no elaboró la lista restringida antes de que expirara el mandato de Wiewiórowski (en el cargo desde 2019) el 5 de diciembre.
Aunque el SEPD no puede multar a las empresas de 'Big Tech' por una violación de la privacidad (eso es competencia de las autoridades nacionales de protección de datos), su papel como asesor de esos organismos de control es significativo. A finales de este año, empezará a aplicarse la Ley de Inteligencia Artificial, y los organismos nacionales de control de la privacidad verán cada vez más entrelazada su labor en este ámbito con la inteligencia artificial, lo que permitirá al nuevo SEPD desempeñar un papel determinante en la agenda.