El apoyo de Elon Musk, hombre de confianza de Donald Trump, a la formación ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) ha causado una gran polémica en Alemania semanas antes de las elecciones federales. ¿En qué otros jardines políticos se ha metido el dueño de X y Tesla?
PUBLICIDADEl reciente apoyo de Elon Musk al partido ultraderechista alemán Alternativa para Alemania (AfD) desató la polémica a pocas semanas de las elecciones federales del país, marcando uno de los últimos comentarios del multimillonario sobre la esfera política mundial.
La persona más rica del mundo escribió en un artículo de opinión para un periódico alemán a principios de este mes que apoya la postura de la AfD en materia de energía, recuperación económica y migración, principios que, según él, "hicieron triunfar a Tesla y SpaceX".
En respuesta, funcionarios del Gobierno alemán acusaron a Musk de intentar influir en las próximas elecciones del 23 de febrero. He aquí otros ejemplos de la intervención de Musk en la política europea y de otros países el año pasado.
Musk en la política británica
Musk fue fotografiado recientemente con Nigel Farage, líder del partido populista Reform UK, y con Nick Candy, tesorero del partido, delante de un cuadro de Donald Trump en Mar-A-Lago, la finca del presidente electo de Estados Unidos en Florida.
Algunos dicen que la foto sugería que Musk, que ya es una pieza clave en la segunda istración Trump, podría centrar su atención en la política británica. Farage confirmó a los medios británicos en diciembre que Musk estaba considerando hacer una donación a su partido.
Para bloquearlo, los legisladores británicos podrían acelerar la legislación para limitar las donaciones políticas extranjeras, según 'The Guardian'. De acuerdo con las leyes vigentes, Musk no puede hacer una donación personal porque no está registrado para votar en el Reino Unido, pero podría contribuir a través de la filial británica de X, que todavía lleva a cabo negocios en el país, según los registros de la empresa.
No es la primera vez en 2024 que los políticos británicos lidian con las consecuencias de los comentarios de Musk. A principios de este año, Musk acusó a Gran Bretaña de ser un estado policial tiránico y avivó la tensión en el Reino Unido al decir que la guerra civil era "inevitable" durante los disturbios de Southport de este verano.
Poco después, el regulador británico de las comunicaciones determinó que existía una "clara conexión" entre el papel de las publicaciones en las redes sociales y la violencia en las calles durante los disturbios.
Musk también ha apoyado en su plataforma a voces de la extrema derecha británica, como el extremista Tommy Robinson y Ashlea Simon, cofundadora del grupo supremacista blanco Britain First, según el 'Financial Times'.
Advertencia en Italia
Musk recibió una severa advertencia del presidente italiano, Sergio Mattarella, para que dejara de interferir en los asuntos del país después de que un polémico tuit en su página pidiera la destitución de jueces.
Un grupo de magistrados de Roma dictaminó en noviembre que siete hombres detenidos en Albania en virtud de un nuevo pacto migratorio entre Italia y Albania debían ser trasladados de vuelta a Italia, una medida considerada en general un golpe a las medidas de contención de la inmigración irregular de la primera ministra derechista Giorgia Meloni. Musk sugirió en X tras la sentencia que "estos jueces tienen que irse".
Musk escribió en un post posterior que el fallo era "inaceptable" y cuestionó si "el pueblo de Italia vive en una democracia o es una autocracia no elegida la que toma las decisiones". "Italia es un gran país democrático y sabe cuidar de sí mismo", habría dicho Mattarella, según la 'CNN'.
Andrea Stroppa, representante de Musk en Italia, declaró entonces que Musk respeta al presidente Mattarella y la Constitución italiana, pero que "seguirá expresando libremente sus opiniones".
La prohibición de X en Brasil provoca protestas políticas
Musk se ha enfrentado a varios desafíos legales relacionados con la moderación de contenidos, pero ninguno tan importante como su enfrentamiento con Alexandre de Moraes, juez del Tribunal Supremo de Brasil.
Comenzó cuando Musk luchó contra una orden judicial en abril para eliminar más de 100 cuentas marcadas por incitación al odio, desinformación o señaladas como una amenaza para la democracia, según el 'Wall Street Journal'.
Musk acusó a de Moraes de "censura" y levantó las restricciones impuestas inicialmente a las cuentas. De Moraes ordenó a Musk que nombrara un representante legal en la empresa. Al no hacerlo, el 30 de agosto se prohibió la entrada de X en Brasil hasta que se pagaran las multas.
La prohibición provocó manifestaciones de algunos miles de partidarios del expresidente Bolsonaro. Dijeron que la prohibición era una prueba de su persecución política. La prohibición se levantó finalmente poco más de un mes después, después de que X pagara a Brasil 5 millones de dólares (4,4 millones de euros) en multas.
El poder político de Musk en EE.UU.
Musk también ha estado ocupado en su país de adopción, Estados Unidos, donde aportó unos 200 millones de dólares (191 millones de euros) a la campaña de reelección de Trump a través de America PAC, un comité de acción política que creó antes de las elecciones de noviembre.
En los días previos a las elecciones estadounidenses de noviembre, Musk también se ofreció a dar a votantes aleatorios de estados indecisos un millón de dólares (957.000 euros) si se comprometían a apoyar la Primera y la Segunda Enmienda de la Constitución de Estados Unidos sobre la libertad de expresión y el derecho a las armas.
El día antes de la votación, un juez de Pensilvania dictaminó que el sorteo podía continuar. Poco después de la victoria de Trump, Musk fue nombrado codirector de una nueva organización externa llamada Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), que asesorará a la Casa Blanca sobre la reducción de la burocracia dentro del Gobierno.
Musk también empujó al Gobierno estadounidense a un posible cierre junto a Trump al publicar cientos de mensajes X engañosos sobre un proyecto de ley bipartidista para financiar las operaciones del Gobierno.