La Comisión Europea ha presentado recientemente medidas para reforzar la competitividad del sector vitivinícola. Entre ellas figura el fomento del vino sin alcohol.
Preocupación por la salud, represión del alcohol al volante, cambio de hábitos entre los más jóvenes... El consumo de alcohol se redujo un 20% en Europa entre 2000 y 2019, según la OMS. Ante la caída de la demanda, algunos bodegueros apuestan por el vino sin alcohol y optan por la innovación para diversificar las ventas.
En Bélgica, cerca de Charleroi, Associated Beverage Solutions produce desde 2018 vino desalcoholizado mediante destilación al vacío, un proceso que, según dicen, preserva los sabores y aromas mejor que otros métodos.
Esta técnica consiste en calentar el vino al vacío para bajar la temperatura de ebullición del alcohol a 35°C en lugar de unos 90°C. Sin embargo, la desalcoholización altera el sabor del vino. Después se añaden otros ingredientes y aromas.
"El sabor y la calidad del vino sin alcohol están mejorando claramente. Hemos visto que bastantes actores del mercado de los aromas o proveedores de productos enológicos se han interesado por los vinos sin alcohol, que han desarrollado gamas de productos específicas para los vinos sin alcohol, lo que nos ayuda a elaborar productos más interesantes", explica a 'Euronews' Benoit Poisson, director de producción de Associated Beverage Solutions.
Una demanda creciente de vino sin alcohol
La empresa produce vinos blancos y espumosos sin alcohol en mayores cantidades que tintos y rosados. "Es más difícil hacer un vino tinto sin alcohol porque la sensación es más redonda y el equilibrio es más difícil de conseguir una vez eliminado el alcohol", explica Benoit Poisson.
Los clientes están ahí. La producción de vino desalcoholizado de la empresa ha pasado de 1,2 millones de litros en 2019 a 5,3 millones de litros en 2024. Sus proveedores de vino proceden principalmente de Francia, España e Italia. La mayor parte de su producción de vino desalcoholizado se vende después en los países escandinavos, Países Bajos, Bélgica y el Reino Unido, "históricamente más abiertos a las novedades" en materia de vinos, asegura Francis Aguilar, director general de Associated Beverage Solutions.
Armonizando la normativa en la UE
El 28 de marzo, la Comisión Europea presentó un plan de acción para impulsar la competitividad y resiliencia del sector vitivinícola ante la evolución de los hábitos de consumo, el cambio climático y las incertidumbres del mercado.
En concreto, propone apoyar la comercialización de vinos con 0% o bajo contenido de alcohol aclarando las normas y armonizando las definiciones en todo el mercado único. En la actualidad, los términos cero alcohol, 0,0%, sin alcohol y bajo contenido de alcohol están regulados de forma diferente en la UE y no tienen el mismo contenido de alcohol de un Estado miembro a otro.
Por ello, la Comisión Europea es partidaria de utilizar el término sin alcohol para designar un vino cuyo grado alcohólico volumétrico real (GAV) no supere el 0,5% en volumen. La denominación 0,0% se añadiría si no supera el 0,05% en volumen.
Un etiquetado claro para el consumidor
Por último, el término bajo grado alcohólico designaría un vino con un grado alcohólico volumétrico superior a 0,5% vol. e inferior en un 30% al grado alcohólico volumétrico mínimo fijado para la categoría antes de la desalcoholización.
"Hemos elegido un proceso que produce 0,0%. Siempre que podamos presentarlo, eso es lo que nos distingue. Pero es importante que las cosas queden claras para los consumidores, para que sepan lo que compran con conocimiento de causa", afirma Benoit Poisson.
La Comisión también quiere que el etiquetado de los vinos con bajo contenido de alcohol o sin alcohol ofrezca a los consumidores mejor información sobre los ingredientes y los métodos de desalcoholización.
El envasado del vino
"Desde nuestro punto de vista, el mercado del vino sin alcohol ayuda a la industria vitivinícola, dado que primero hay que producir vino con alcohol. Así se mantienen los viñedos, los viticultores, las bodegas y toda esa parte del sector. Nosotros sólo seremos un eslabón más al final de la cadena", explica Benoit Poisson a 'Euronews'.
Aunque en el pasado algunos viticultores no veían con buenos ojos las botellas de vino sin alcohol, muchos han cambiado de opinión. "En cierto modo, el vino se convierte en el bebé del viticultor. Y verlo pasar por un proceso de desalcoholización es un poco difícil. Pero eso era sólo l principio", dice Francis Aguilar, antes de añadir que el vino desalcoholizado tiene ahora "mejor aceptación".
Evitar los excedentes y la guerra comercial de Trump
Además de promover el vino sin alcohol, la Comisión Europea recomienda facilitar el arranque de las viñas no deseadas y retirar las uvas aún verdes antes de la vendimia para evitar excedentes. También quiere flexibilizar las autorizaciones de replantación.
Por el momento, la industria vitivinícola europea contiene la respiración, con la vista puesta en Estados Unidos. Donald Trump ha amenazado con gravar el vino europeo con un 200% si la Comisión Europea toma represalias con aranceles sobre el bourbon. Tras las presiones de Italia y Francia, se espera que la UE no imponga aranceles al whisky estadounidense.