Tras un tiempo extra de infarto, la selección española pudo cantar victoria y terminar con más de tres décadas de ostracismo en los Juegos Olímpicos. Así, 32 años después, España reverdece laureles en la cita olímpica.
PUBLICIDADLa selección española de fútbol vuelve a ser de oro. Los hombres de Santi Denia se impusieron a los anfitriones en el encuentro disputado en Parque de los Príncipes, en París. Un estadio en el que los españoles se convirtieron en 'Reyes del deporte del balón' tras ganar a sus adversarios por 5-3. En un ejercicio de fe y de sacrificio, España pudo dar la vuelta a un marcador adverso y remontar el gol inicial de los locales.
En apenas 10 minutos, el equipo dirigido por Thierry Henry había logrado tomar la delantera merced a un disparo Millot. El jugador francés recogió un mal despeje de los españoles en su área, controló el esférico y trató de ajustarlo al ángulo de la portería defendida por Arnau Tenas.
En principio, la acción no representaba mucho peligro para el guardameta que, curiosamente erró en 'casa', al tratar de despejar el balón. Tenas está familiarizado con el estadio parisino, ya que es el feudo del París Saint-Germain, club en el que juega.
Fue un jarro de agua fría del que la selección española logró reponerse con autoridad. Espoleados por la desafortunada acción de su portero, a partir de entonces, los españoles hicieron lo que mejor saben hacer: jugar al fútbol.
Control del balón y salidas con velocidad para tratar de dar la vuelta al marcador
A partir de entonces, lograron mantener el control del balón y trataron de salir con velocidad en busca del empate. Una igualada que llegó en el minuto 18 del duelo. Fermín, al primer toque, envió al fondo de la portería defendida por Guillaume Restes, un gran pase de Baena.
Poco después, el jugador del FC Barcelona aprovechó un despeje de Restes para marcar su segundo gol y permitir a España tomar el mando en el marcador. Los ses estaban noqueados y los hombres dirigidos por Denia sabían que era el momento de asestar un golpe que podría ser definitivo en su camino hacia el oro. Dicho y hecho. Baena, con un magistral lanzamiento de falta, estableció el definitivo 3-1. En apenas media hora de juego, España había dejado prácticamente visto para sentencia el encuentro.
Aguantar la presión para conquistar el oro olímpico
A partir de entonces, había que aguantar la presión y las acometidas de la selección sa, que buscaba dar la vuelta al partido. Unos y otros gozaron de varias ocasiones para marcar algún gol más, pero únicamente lo lograron los ses.
Akliouche en la recta final del partido, aprovechó un pase de Olisé para reducir distancias. Un susto para la 'Roja' al que siguió el mazazo del penalti, en los últimos segundos del duelo, que permitió empatar a Francia. El capitán francés, Jean-Philippe Mateta, desde el 'punto fatídico', envió la contienda a la prórroga.
Saber sufrir y mostrar un pundonor envidiable para ganar la medalla de oro
Una máxima no escrita en el fútbol señala que el equipo que fuerza la prórroga tras ir por detrás en el marcador, afronta el tiempo extra en un estado anímico superior. Máxima que quedó confirmada en los primeros minutos de la prórroga, donde dominaron los ses.
Sin embargo, cuando más parecían sufrir los españoles, Bernabé sacó de la chistera un magistral pase que Sergio Camello aprovechó para dar el triunfo a España. El jugador del Rayo Vallecano salvó la salida del portero rival con un toque de clase, a la postre decisivo. Envió el balón por encima del guardameta para marcar el cuarto gol español. Una diana a la que siguió otra, su segunda vaselina particular, para establecer el definitivo 5-3 a favor de España.
Así, tras un segundo tiempo de prórroga de infarto, la selección española pudo, al fin, cantar victoria, y terminar con más de tres décadas de ostracismo en los Juegos Olímpicos. Ahora, 32 años después, la 'Roja' vuelve a dominar el fútbol masculino en los Juegos Olímpicos.