El océano Ártico podría ver su primer día sin hielo antes de 2030, antes de lo previsto por los científicos.
Mientras que la mayoría de las proyecciones sobre el hielo marino del océano Ártico se han centrado en las condiciones mes a mes, un nuevo estudio ha revelado posibles predicciones hasta el día. Las previsiones anteriores pronosticaban la pérdida del Ártico en torno a 2030, pero estos resultados revelan que podría producirse un día sin hielo ya a finales del verano de 2027.
Otras nueve simulaciones, aunque menos probables, predicen que podría ocurrir en los próximos tres a seis años. Los científicos, del estudio publicado en la revista 'Nature Communications', afirman que el primer día sin hielo en el Ártico es ya inevitable e irreversible, independientemente de cómo modifiquemos los humanos las emisiones de gases de efecto invernadero.
¿Qué es un Ártico sin hielo y por qué es importante?
El océano Ártico ocupa una vasta superficie de más de 16 millones de kilómetros cuadrados y durante miles de años ha sido testigo de un fenómeno estacional natural: las capas de agua de mar congelada se acumulan de forma espectacular durante los meses de invierno hasta formar una gruesa capa de hielo que alcanza su punto máximo en marzo antes de derretirse en septiembre.
En las últimas décadas, sin embargo, este dramático acontecimiento ha sido menos frecuente. El hielo marino ha disminuido más de un 12% cada década desde 1978, cuando las imágenes por satélite -el Radiómetro de Microondas Multicanal de Barrido o "SMMR"- empezaron a registrar el crecimiento y el retroceso del hielo marino del Ártico. Es decir, 80.000 kilómetros cuadrados al año, aproximadamente el tamaño de Austria o la República Checa.
¿A qué llaman "quedarse sin hielo"?
Los científicos definen como "sin hielo" la disminución de la superficie dehielo marino a menos de un millón de kilómetros cuadrados en poco tiempo, lo que se considera un punto de inflexión climático.
Un equipo internacional de investigadores, entre ellos la climatóloga Alexandra Jahn, de la Universidad de Colorado, en Boulder, y Céline Heuzé, de la Universidad de Gotemburgo (Suecia), utilizó más de 300 modelos informáticos para predecir el primer día sin hielo. Éstos mostraron un calendario acelerado en comparación con lo previsto anteriormente.
La pérdida rápida de hielo suele ir asociada a inviernos intensos y al calentamiento primaveral. A largo plazo, si el océano Ártico se declara regularmente libre de hielo, esto podría afectar significativamente al frágil ecosistema del mar más septentrional, incluyendo todo, desde el "emblemático oso polar hasta el crucial zooplancton", revela el estudio.
¿Qué significarán para los humanos los días sin hielo en el Océano Ártico?
El día en que el Ártico se quede sin hielo tendrá un significado simbólico. Destacará visualmente cómo los humanos han cambiado una de las características naturales que definen nuestro planeta: de un océano Ártico blanco a uno azul.
"El primer día sin hielo en el Ártico no cambiará las cosas radicalmente", explica Jahn en un comunicado, "pero demostrará que hemos alterado fundamentalmente una de las características definitorias del entorno natural del océano Ártico, que es que está cubierto de hielo marino y nieve todo el año, a causa de las emisiones de gases de efecto invernadero".
Empresas atentas a más pesca y a minerales
El sol nunca se pone en el Ártico durante el verano, por lo que sin el hielo reflectante que refleja la luz solar hacia el espacio, el océano absorberá y distribuirá una cantidad sustancial de calor alrededor de la Tierra.
Las aguas internacionales no tienen ninguna jurisdicción, por lo que las industrias comerciales podrían explotar las oportunidades que se encuentran en las aguas más cálidas del Ártico. Podrían pescar y extraer a gran profundidad poblaciones marinas y minerales antes inaccesibles, mientras que las empresas de transporte de mercancías podrían tomar una ruta marítima más rápida a través del Paso del Noroeste.
El calentamiento climático también podría provocar fenómenos meteorológicos más erráticos y extremos al cambiar los patrones de los vientos y las corrientes oceánicas. Ya se han producido años más cálidos: en marzo de 2022, una parte del Ártico fue 50ºF/10ºC más cálida que la media, lo que provocó que zonas alrededor del Polo Norte casi se derritieran.
Los autores del estudio afirman que aún existe la posibilidad de retrasar el momento del deshielo en un futuro próximo. "Cualquier reducción de las emisionesayudaría a preservar el hielo marino", añadió Jahn.