Un tipo particular de microalgas podría hacer más sostenible la agricultura y ofrecer alternativas más ecológicas a los plásticos.
"Cada gota de agua del mar está repleta de vida microscópica. Muchos investigadores en Europa creen que un tipo particular de microalgas podría cambiar el mundo, hacer más sostenible la agricultura y ofrecer alternativas más ecológicas a los plásticos. ¿Pueden estos diminutos organismos marinos ayudarnos a resolver algunos de los mayores retos a los que se enfrenta nuestro planeta?
Almería: una planta piloto de piloto de microalgas
Almería, en el sureste de España, en Andalucía, es conocida por sus soleadas playas y su industria agrícola. La región alberga una vasta red de invernaderos, conocida como el "mar de plástico". Este clima es un paraíso para las microalgas, organismos unicelulares capaces de convertir la luz solar, los nutrientes y el CO2 en valiosas biomoléculas. Aquí, los investigadores locales han descubierto cepas de microalgas capaces de purificar las aguas residuales locales y producir fertilizantes y otros productos para los agricultores.
"Aportan propiedades bioestimulantes para la producción de alimentos en la agricultura. Pero además aislamos más de diez microorganismos diferentes que proporcionan biopesticidas para controlar hongos, insectos y otras enfermedades en los invernaderos sin necesidad de productos químicos, simplemente con estas moléculas naturales que se obtienen de las microalgas.", explica Gabriel Acién, coordinador del proyecto SABANA, Catedrático de Ingeniería Química, Universidad de Almería.
Biomasa concentrada de microalgas para producir biofertilizantes
A través de los proyectos SABANA y ALGAENAUTS, financiados por la UE, una empresa biotecnológica local ha desarrollado una gama de productos agrícolas comerciales a base de microalgas. Estas alternativas ecológicas se ajustan a la normativa europea, cuyo objetivo es reducir a la mitad el uso de pesticidas químicos para finales de esta década.
Joaquín Pozo Dengra, director de I+D, Biorizon Biotech, es el coordinador del proyecto ALGAENAUTS: "Hay que tener en cuenta que para 2030 debemos eliminar los compuestos químicos en la agricultura para conseguir una producción de alimentos sostenible y saludable".
El coste de un producto mejor
Aunque los fertilizantes y pesticidas a base de microalgas pueden ser más caros que los productos químicos tradicionales, los agricultores los consideran más eficaces: no tienen que utilizar tanto producto para obtener el mismo resultado. Además, muchos consumidores están dispuestos a pagar más por productos que se cultivan de forma más natural.
"Una planta que no utiliza o que no es tratada con productos químicos es una planta que está más tierna, más verde, más natural. Al final te da un mejor producto", concluye David García López, agricultor de tomates, Saborum Origen.
¿Pueden las microalgas ser una alternativa al plástico que cubre los invernaderos?
Pero, ¿podrían las microalgas servir como alternativa al plástico que cubre los invernaderos? En Lorient, Francia. la contaminación por plásticos es una gran preocupación para esta región costera bretona. Los residuos plásticos, aún en diminutas partículas, terminan integrando la cadena alimentaria. Según el investigador Stéphane Bruzaud, el problema debe resolverse mediante la limpieza y el reciclaje, pero en algunos casos, las alternativas biodegradables podrían desempeñar un papel.
Stéphane Bruzaud es profesor de la Université Bretagne Sud (UBS) :
"Siempre queda una fracción de plástico que acaba en medios terrestres o marinos, por lo que, efectivamente, el desarrollo de polímeros biodegradables puede ser una solución ecorresponsable. ya sea en el sector pesquero, en el sector agrícola, o en el sector cosmético, o de fibras textiles."
Laboratorio de fabricación de bioplásticos
Otro proyecto europeo, Nenu2PHAr, pone a punto la producción industrial de biopolímeros a partir de bacterias marinas y azúcares extraídos de las microalgas. Los investigadores afirman que estos bioplásticos pueden ser más sostenibles que los fabricados a partir de microalgas.
"Podemos hacer un biorreactor en un desierto, por ejemplo, allí donde no se podrían cultivar remolachas. Sin embargo, con el biorreactor que produce azúcar se pueden fabricar bioplásticos", señala Gabriel Brouchon, investigador en biotecnología, en la Université Bretagne Sud UBS.
Ensayos mecánicos con prototipos de bioplásticos
Las propiedades de estos materiales no tienen nada que envidiar a las de los plásticos tradicionales. Pierre Lemechko, investigador en biotecnología en el IRMA, explica que : "A veces puede ser quebradizo. Pero sólo cuando se dobla, sin embargo es bastante resistente a la tracción o a la compresión, por ejemplo. Todo depende de las necesidades especificas y del uso previsto".
La industria de las microalgas en Faro, Portugal
Las microalgas tienen muchos usos potenciales, desde suplementos dietéticos, hasta cosméticos y biocombustibles. La tecnología avanza rápidamente, y se espera que el Green Deal europeo impulse esta industria en los próximos años. La empresa Necton, cuya sede está cerca de Faro, al sur de Portugal, lleva perfeccionando sus técnicas de producción de microalgas desde hace más de un cuarto de siglo.
En busca de un nuevo paradigma
Su cofundador cree que el potencial de esta industria podría aprovecharse aún más eliminando las trabas burocráticas y agilizando las normativas nacionales; para abordar lo que él percibe como una competencia desleal por parte de empresas perjudiciales al medioambiente que extraen recursos naturales a bajo coste.
"Somos muy pocos y muy pequeños, pero podemos llegar a ser muy grandes y desempeñar un papel muy importante en el futuro de Europa. Se trata de una nueva forma de alimentar a las personas y a los animales. Una nueva forma de producir cosas que ya producimos, pero de manera menos perjudicial para el medioambiente", explica João Navalho, cofundador y presidente de la junta directiva de la empresa Necton.
Microalgas para alimentar a los peces
Un ejemplo es la acuicultura, que emplea microalgas o fitoplancton, para alimentar a las crías de peces y otras especies cultivadas. La estación de investigación acuícola de Olhão investiga el uso de diversas cepas para que los peces estén más sanos. Se están llevando a cabo investigaciones sobre los beneficios potenciales de las microalgas en los peces adultos, lo que implica hacer más sostenibles los piensos para la acuicultura industrial.
"Dado que las microalgas forman parte de la cadena alimentaria en la dieta de los peces, es natural que se utilicen para sustituir aceites y harinas de pescado, y al mismo tiempo contribuyen al bienestar animal, potenciando su sistema inmunitario y su resistencia al estrés", explica Sara Castanho, técnica, IPMA, Instituto Português do Mar e da Atmosfera Acuicultura.
Microalgas como alternativa al trigo
Hoy en día, los piensos para peces suelen utilizar proteínas procedentes de cultivos agrícolas. Al sustituirlas por microalgas, podrían cumplir la misma función sin quitar tierras al cultivo de alimentos.
Pedro Pousão-Ferreira, jefe del IPMA Estación de Investigación en Acuicultura, destaca que: "Hoy en día, por ejemplo, la alimentación de peces marinos se basa en el trigo. Y como saben, el trigo empieza a escasear debido a la guerra en Ucrania. Así que se buscan posibles alternativas, como las microalgas".
Preservar la conexión con el océano
Estas diminutas criaturas iniciaron su compleja vida en el océano hace cientos de millones de años. En la actualidad, las microalgas pueden ayudar a las economías costeras a evolucionar hacia una mayor sostenibilidad, protegiendo el océano de la contaminación y de otras amenazas.
"Tenemos una conexión directa con el océano porque hemos nacido aquí; y cuanto más preservemos su pureza, más fuerte será esa conexión, y podremos disfrutar más de todo lo que el océano puede ofrecernos", concluye João Navalho, cofundador y presidente del junta directiva, Necton.