Dos pequeñas compañías que actuaban en la provincia de Toledo afirman que los partidos locales de derechas PP y Vox cancelaron su obra porque los actores actuaban en boxers, alegando que "escandalizaría al público".
PUBLICIDADDos pequeñas compañías de teatro que actuaban en la provincia de Toledo han denunciado que están siendo censuradas por el gobierno local de derechas, después de que una de sus obras fuera cancelada por "no ser del gusto del público" debido a que los actores actuaban en ropa interior.
La obra, "Qué difícil es", es una coproducción de Los 90 Producen y La Mandanga, y estaba previsto que llegara a los escenarios de la Red de Artes Escénicas de Castilla-La Mancha a partir del 27 de enero.
Pero el conservador-ultraderechista Ayuntamiento de la pequeña localidad de Quintanar de la Orden, retiró la obra de su programación cultural, alegando que "escandalizaría al público", según la denuncia de las compañías.
"Nos parece una vergüenza que en 2023 se siga censurando la cultura, se siga silenciando la libertad de expresión y que pueda haber un ataque a la cultura de esta envergadura", declaró a Euronews José Manuel Maciá, actor, coguionista y coproductor de la obra.
Según la denuncia, el concejal que canceló el espectáculo ni siquiera llegó a ver la obra representada.
El gobierno local de Quintanar de la Orden está dirigido por el conservador Partido Popular (PP), con el apoyo del partido de extrema derecha Vox.
La concejala de Cultura, María del Carmen Vallejo, citada en la denuncia como la responsable de la cancelación, restó importancia a las críticas.
Dijo que la obra no se canceló por escandalosa, sino porque el contenido "no es del gusto del público".
"Es habitual reservar un espectáculo y cancelarlo bien porque te convence otro, bien porque no te convence el espectáculo seleccionado al ver el trailer que ofrece la Red de Teatros", dijo Vallejo.
Una obra sobre algo más que ropa interior
La obra cuenta la historia de cuatro actores en un camerino que se enteran por su director de que su obra acaba de ser cancelada. ("Un poco premonitorio, ¿no?", dice Maciá).
"Se desarrolla en un camerino, por eso los personajes están en ropa interior", aclara. "Pero vamos, ¿has visto las fotos? Esos boxers prácticamente parecen bañadores".
Pero no se trata sólo de la ropa interior, dice Maciá. La obra también aborda temas importantes como el acoso escolar, la paternidad, las enfermedades mentales e incluso la depresión y el suicidio juvenil.
"Todos los que han venido a vernos están encantados porque, además de echarse unas risas, siempre se van con algo significativo", dice Maciá.
"Nunca jamás hemos recibido una queja de nadie, ni un comentario sobre el vestuario de los actores, ni nadie diciendo que se sintió ofendido o escandalizado, como dice esta mujer, por el hecho de que estuviéramos en ropa interior".
Maciá asegura que aún no están claras las repercusiones económicas de la cancelación del espectáculo, y que las compañías han recibido apoyo de otros municipios que dicen estar interesados en montar la obra.
Apoyos en toda España
El caso ha atraído la atención de los medios de comunicación de todo el país, y el Gobierno de coalición de izquierdas ha salido rápidamente en defensa de la libertad de expresión.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, denunció lo que calificó de "censura" por parte del PP y Vox y dijo durante un pleno en el Parlamento esta semana que sus acciones son "muy graves".
"Mientras este Gobierno apuesta por la cultura, los gobiernos del PP y Vox apuestan por la censura", añadió el portavoz del Partido Socialista, Patxi López.
Por su parte, el consejero de Cultura, Ernest Urtasun, se mostró "preocupado" por los últimos casos de censura en España, incluido este reciente ejemplo en Quintanar de la Orden, y aseguró que su Consejería actuará "con contundencia" contra cualquier forma de censura cultural.
"Hay cosas ridículas como cancelar una obra de teatro porque algunos hombres aparecen en ropa interior, lo que me parece totalmente despreciable", dijo en declaraciones a Europa Press. "Sobre esto, puedo decir que el Ministerio de Cultura va a responder con contundencia".
El apoyo que han recibido ha sido alentador, dice Maciá, y las compañías esperan que su historia ayude a proteger a otros grupos culturales de enfrentarse a una censura similar.
"No somos los primeros, pero esperamos ser los últimos y que a partir de ahora nadie en España censure nada, y menos la cultura de este país, y menos por un tema del que no se puede sacar ni pies ni cabeza".