Fuertes altibajos marcaron la jornada del lunes en Wall Street, que pasó de una caída inicial del 20% respecto a su récord a una repentina subida, antes de volver a terreno negativo ante el temor de que la guerra comercial de Trump hunda la economía global.
El S&P 500 pasó de una caída del 4,7% poco después del inicio de la jornada a un alza del 3,4%, una ganancia que habría sido su mejor día en años. Luego, perdió rápidamente todo este impulso para volver a caer un 1,3% a las 10:30 de la mañana, hora del este (16:30, hora central europea). El Promedio Industrial Dow Jones bajó 736 puntos, o un 1,9%, y el Nasdaq Composite bajó un 1,3%. Ambos índices también experimentaron fuertes retrocesos, con el Dow pasando de una pérdida de 1.700 puntos a una ganancia de casi 900 puntos.
Estas intensas oscilaciones se producen en un momento en que los mercados financieros se esfuerzan por ver la esperanza de que Trump flexibilice sus estrictos aranceles, lo que, según los economistas, aumenta el riesgo de una recesión mundial. Algunos inversores mantienen la esperanza de que Trump reduzca sus aranceles tras negociar con otros países, y Trump declaró el domingo que ha escuchado a líderes "desesperados por llegar a un acuerdo". Una reducción de los aranceles relativamente pronto podría ayudar a evitar una recesión, pero aún es incierto si eso sucederá.
El domingo, Trump declaró a los periodistas a bordo del Air Force One que no quiere que los mercados caigan. Pero también afirmó que no le preocupaba una ola de ventas, afirmando que "no quiero que pase nada. Pero a veces hay que tomar medicamentos para solucionar algo".
Trump ha dado varias razones para sus rígidos aranceles, entre ellas la de devolver empleos manufactureros a Estados Unidos, un proceso que podría llevar años. El domingo, Trump afirmó que quería reducir el déficit comercial de Estados Unidos, es decir, cuánto más importa Estados Unidos de otros países en comparación con cuánto les envía.