{ "@context": "https://schema.org/", "@graph": [ { "@type": "NewsArticle", "mainEntityOfPage": { "@type": "Webpage", "url": "/2025/04/13/los-titanes-ausentes-como-enfrentarian-brzezinski-y-kissinger-el-mundo-de-trump-y-el-nuevo" }, "headline": "Los estrategas ausentes: \u00bfC\u00f3mo enfrentar\u00edan Brzezinski y Kissinger el mundo de Trump y el nuevo orden global?", "description": "Zbigniew Brzezinski y Henry Kissinger tuvieron vidas paralelas, asesoraron a presidentes y cambiaron el curso de la Guerra Fr\u00eda. \u00bfC\u00f3mo dirigir\u00edan a Estados Unidos hoy si estuvieran vivos?", "articleBody": "La rivalidad entre Brzezinski y Kissinger, los dos grandes estrategas estadounidenses de la era de la Guerra Fr\u00eda, se prolong\u00f3 durante d\u00e9cadas e impact\u00f3 en la trayectoria hist\u00f3rica de las dos superpotencias. El 'Financial Times' escribe en un an\u00e1lisis que su principal diferencia fue que uno (Brzezinski) cre\u00eda en continuar la lucha ideol\u00f3gica con la Uni\u00f3n Sovi\u00e9tica, mientras que el otro (Kissinger) abogaba por una reducci\u00f3n continua de la tensi\u00f3n con el enemigo de Estados Unidos.Edward Luce, autor del art\u00edculo del 'Financial Times', es el editor de este peri\u00f3dico, cuyo libro biogr\u00e1fico sobre Brzezinski, titulado 'Zbigniew; The Life of Zbigniew Brzezinski, America's Cold War Prophet' ('Zbigniew; La vida de Zbigniew Brzezinski, el profeta de Estados Unidos durante la Guerra Fr\u00eda'), est\u00e1 en manos de la publicaci\u00f3n.Dice que Kissinger gan\u00f3 en la arena de la fama, pero Brzezinski gan\u00f3 puntos en una competencia intelectual con Kissinger durante la Guerra Fr\u00eda. 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La ausencia de una 'gran estrategia' en los Estados Unidos de hoy tiene sus ra\u00edces en la ausencia de un 'gran estratega'.Dos inmigrantes con mucho poderPero, \u00bfqu\u00e9 ten\u00edan ellos que sus sucesores m\u00e1s an\u00f3nimos no tengan hoy? El 'Financial Times' da una respuesta sencilla a la pregunta: tanto Kissinger como Brzezinski eran inmigrantes. Los reci\u00e9n llegados suelen valorar m\u00e1s sus libertades que los estadounidenses, y hay estad\u00edsticas que muestran que tienen muchas m\u00e1s probabilidades de crear una empresa, ganar un premio Nobel o crear una escuela de pensamiento.El nombre de Brzezinski surgi\u00f3 durante el apogeo de la 'Universidad de la Guerra Fr\u00eda' de Estados Unidos, primero en Harvard y luego en Columbia, como soviet\u00f3logo, es decir, en la estructura p\u00fablico-privada de las universidades de \u00e9lite que trabajaban en estrecha colaboraci\u00f3n con el Gobierno estadounidense en la pol\u00edtica de la Guerra Fr\u00eda. Esto contrasta marcadamente con la pol\u00edtica de Trump de financiar agresivamente a las universidades de \u00e9lite y acusarlas de tener tendencias liberales y antigubernamentales.Al mismo tiempo, Kissinger se convirti\u00f3 en un nombre muy conocido en Harvard y fue reconocido como un autor consumado en la historia de las relaciones internacionales. Las ambiciones descabelladas de estos dos sorprendieron a muchos de sus compa\u00f1eros con menos experiencia.Sin embargo, se puede encontrar un indicio m\u00e1s profundo en la historia de su migraci\u00f3n. Heinz Kissinger, el padre de Henry Kissinger, emigr\u00f3 a Estados Unidos a los 15 a\u00f1os, es decir, en 1938 y un mes antes de la famosa traici\u00f3n de Neville Chamberlain, el primer ministro brit\u00e1nico, en el Acuerdo de M\u00fanich con Checoslovaquia. Unas semanas m\u00e1s tarde, Zbigniew Brzezinski, de 10 a\u00f1os, sali\u00f3 de Europa y, tras cruzar el oc\u00e9ano, vio la Estatua de la Libertad por primera vez, solo dos d\u00edas despu\u00e9s de la eventual ocupaci\u00f3n por Hitler de los Sudetes de Checoslovaquia.Ambos hab\u00edan crecido en las \u0022tierras sangrientas\u0022 de la Europa de entreguerras. Uno era un refugiado jud\u00edo-alem\u00e1n cuya familia fue pr\u00e1cticamente aniquilada en el Holocausto, y el otro, hijo de un diplom\u00e1tico polaco cuyo pa\u00eds, menos de un a\u00f1o despu\u00e9s, fue v\u00edctima de la brutal divisi\u00f3n entre los nazis y los sovi\u00e9ticos. La experiencia del sufrimiento y la muerte de sus seres queridos los molde\u00f3 de diferentes maneras. Kissinger dijo que siempre preferir\u00eda el orden si tuviera que elegir entre el orden y la justicia, ya que su familia estaba sumida en el caos hist\u00f3rico. Pero Brzezinski habr\u00eda elegido la justicia. La herida hist\u00f3rica de Polonia fue el origen de sus ambiciones.Pero lo que es m\u00e1s importante, ambos ten\u00edan un profundo sentimiento de tragedia humana. \u0022Como inmigrantes, sab\u00edamos lo fr\u00e1giles que son las sociedades y ten\u00edamos una comprensi\u00f3n intuitiva de la fugacidad de la comprensi\u00f3n humana\u0022, dijo Kissinger al autor de un art\u00edculo del 'Financial Times' publicado en 2021.En opini\u00f3n de Kissinger, su diferencia con Brzezinski radicaba en que \u00e9l mismo era de Alemania, pero consideraba que su identidad era independiente de Alemania; mientras que Brzezinski hab\u00eda definido su propia identidad como polaca, aunque Polonia nunca lo restringi\u00f3 a sus propias fronteras.Con todo esto, Kissinger enfatizar\u00eda sus puntos en com\u00fan con Brzezinski. Si bien Kissinger fue un pionero en esta obra, ambos hicieron a un lado a la antigua \u00e9lite angloamericana. Algunos, como Averell Harriman, Dean Acheson y John McKelvey, hac\u00edan de la diplomacia un segundo trabajo o un compromiso paralelo. Por el contrario, Kissinger y Brzezinski eran profesionales y francos, sin tener las redes aristocr\u00e1ticas de Washington.Pero lo que los distingu\u00eda era la experiencia del colapso social y la percepci\u00f3n de una eternidad geopol\u00edtica, una experiencia con la que ning\u00fan miembro de la vieja \u00e9lite supremacista blanca de Estados Unidos pod\u00eda competir. \u0022La pregunta es: \u00bfpueden los estadounidenses entender que vivimos en una experiencia sin fin y que la vida no puede dividirse en temas separados?\u0022, dijo Kissinger.Aunque estos dos altos funcionarios estadounidenses tomaron caminos diferentes, su visi\u00f3n del mundo era clara. La teor\u00eda original de Brzezinski de que la Uni\u00f3n Sovi\u00e9tica era un sistema patriarcal en colapso casi nunca se puso en duda. Kissinger, por el contrario, era estrat\u00e9gicamente maleable y fluido. Era muy h\u00e1bil en el arte de las acciones encubiertas, indirectas y enga\u00f1osas; movimientos que produc\u00edan cambios reales en la escena pol\u00edtica sin representaci\u00f3n externa, y \u00e9l mismo denomin\u00f3 a esta habilidad 'movimiento inm\u00f3vil'.Sin embargo, siempre ha contemplado un mundo en el que las grandes potencias luchen por mantenerse en equilibrio. La visi\u00f3n que Brzezinski ten\u00eda del mundo se form\u00f3 a partir de un reparto m\u00e1s reducido, no solo de su Polonia natal, sino tambi\u00e9n de la mir\u00edada de grupos \u00e9tnicos de la Uni\u00f3n Sovi\u00e9tica a los que intentaba despertar para que se dieran cuenta de sus tendencias aislacionistas.Al igual que Trump, Kissinger no tuvo tiempo para Radio Europa Libre y Voice of America, aunque las interrumpi\u00f3 gradualmente y a\u00f1o tras a\u00f1o, no todas a la vez. Con fluidez en ruso, polaco y un poco de alem\u00e1n, Brzezinski reanud\u00f3 la guerra ideol\u00f3gica tras el Tel\u00f3n de Acero, un tel\u00f3n que no le pareci\u00f3 tan impenetrable.Kissinger ten\u00eda m\u00e1s poder; Brzezinski, un lanzador de pu\u00f1os. Cuando Brzezinski, durante la era de Nixon, acus\u00f3 a Kissinger de \u0022hacer acrobacias\u0022, su relaci\u00f3n casi se rompi\u00f3. A pesar de sus diferencias, a veces tensas, los dos contendientes republicano y dem\u00f3crata nunca dudaron en cenar en el restaurante franc\u00e9s San Souci, cerca de la Casa Blanca. Era un lugar donde la gente iba a ser vista. \u0022Siempre se aprende de los cr\u00edticos amistosos, m\u00e1s que de los amigos acr\u00edticos\u0022, escribi\u00f3 Kissinger en una carta a Brzezinski despu\u00e9s de una de esas cenas de principios de la d\u00e9cada de 1970.Es dif\u00edcil imaginar semejante amistad y rivalidad junto con el di\u00e1logo actual en Washington, opina el editor del 'Financial Times'. En aquel momento, no exist\u00eda la cuesti\u00f3n de los aranceles. Viv\u00edan en una \u00e9poca en que Estados Unidos estaba abriendo mercados y estableciendo la globalizaci\u00f3n. En esto, ambos estrategas estuvieron de acuerdo, sin ser demasiado cuidadosos. La econom\u00eda no era el punto fuerte de ninguno de los dos. Pero hoy, Trump est\u00e1 anulando ese proyecto.Trump, China y Rusia: la pol\u00edtica de Brzezinski se ha invertidoEstablecer relaciones con China fue el punto central del repertorio de ambos pensadores, Kissinger y Brzezinski. \u00bfTiene Trump alguna estrategia con respecto a China? La idea de que Trump pueda llevar a cabo un \u0022rev\u00e9s de Kissinger\u0022, es decir, llevar a Rusia a la \u00f3rbita de Estados Unidos de la misma manera en que Kissinger se aprovech\u00f3 de la brecha chino-sovi\u00e9tica, es descabellada.Steve Whitecough, el empresario inmobiliario neoyorquino que ahora se ha convertido en el emisario general de Trump, ha demostrado recientemente que no est\u00e1 a la altura de Putin. Un \u0022Brzezinski a la inversa\u0022, es decir, romper los lazos con China y reconocer a Taiw\u00e1n, parece poco probable, incluso teniendo en cuenta la imprevisibilidad de Trump.Dado el intenso secretismo con el que Nixon y Kissinger prodigaron la abrupta apertura de la relaci\u00f3n con China en 1972, Pek\u00edn asign\u00f3 gran importancia al di\u00e1logo directo. Xu Enlai, el primer ministro chino instruido, educado y alfabetizado, fue el mejor bando negociador para Kissinger. Nixon y Mao Zedong jugaron con los primeros Nets; Kissinger y Xu continuaron con este desenlace.La sustituci\u00f3n de Xu por Deng Xiaoping priv\u00f3 a Kissinger de su compa\u00f1ero de conversaci\u00f3n m\u00e1s querido. Las mismas cualidades que no le gustaban a Kissinger en Deng, es decir, su actitud franca y a veces lasciva y su aversi\u00f3n por las sutilezas diplom\u00e1ticas, eran precisamente las cosas que atra\u00edan a Brzezinski.El odio que compart\u00edan contra los sovi\u00e9ticos fue el factor que impuls\u00f3 la pol\u00edtica chinalista de la istraci\u00f3n Carter. Brzezinski era el asesor de Seguridad Nacional de Carter, al igual que Kissinger lo era de Nixon. El profundo respeto de Brzezinski por Deng nunca se vio empa\u00f1ado. Brzezinski consideraba a Deng \u0022un hombre peque\u00f1o, pero de gran audacia\u0022. Deng, de 150 cent\u00edmetros, tambi\u00e9n iraba el recital de Brzezinski.Abandonando pr\u00e1cticamente la pol\u00edtica de distensi\u00f3n de Kissinger, Brzezinski pas\u00f3 a ser conocido en los medios de comunicaci\u00f3n chinos como el 'Oso polar Rammer', un oso apodado 'Deng' en honor a la Uni\u00f3n Sovi\u00e9tica. Kissinger quer\u00eda mantener una distancia 'equitativa' entre Estados Unidos, los sovi\u00e9ticos y China. Pero en la era Carter, Estados Unidos y China pr\u00e1cticamente se convirtieron en socios.En cualquier caso, es dif\u00edcil imaginar que Trump pueda dedicar horas a entablar negociaciones detalladas y complejas con Xi Jinping o Putin. Tampoco es probable que Trump conceda a su asesor de Seguridad Nacional, Mike Waltz, o a su secretario de Relaciones Exteriores, Marco Rubio, la misma discreci\u00f3n que a Kissinger o Brzezinski.La opini\u00f3n de Brzezinski y Kissinger sobre la guerra de Ucrania si estuvieran vivosSi Brzezinski y Kissinger vivieran hoy, \u00bfc\u00f3mo abordar\u00edan cada uno el tema de la guerra de Rusia contra Ucrania? Seg\u00fan el editor del 'Financial Times', se puede decir con certeza que ni Brzezinski ni Kissinger, a pesar de sus diferencias, habr\u00edan aconsejado a Trump que hiciera concesiones a Rusia antes de las conversaciones de paz. Las concesiones deben presentarse como tentaciones en el transcurso de la negociaci\u00f3n, no de antemano en forma de regalos retorcidos.Ambos se sentir\u00edan profundamente entristecidos por la humillaci\u00f3n de Zelenski por parte de Trump y su vicepresidente, J.D. Vance, en el Despacho Oval en febrero. Kissinger, con una estatura cautivadora, y Brzezinski, con una mente aguda y a veces mordaz, no ver\u00edan a Zelenski como una presa, y mucho menos lo humillar\u00edan ante las c\u00e1maras.Es imposible imaginarse a uno de ellos hablando de Putin, como dijo recientemente Whitecough en una conversaci\u00f3n con Tucker Carlson, el presentador partidario de Mega (Make America Great Again). Witkoff revel\u00f3 que Putin supuestamente le rez\u00f3 a Trump en la iglesia tras las declaraciones malintencionadas del verano pasado. Putin tambi\u00e9n le regal\u00f3 a Witcuff un halagador retrato de Trump. \u0022Putin fue muy magn\u00e1nimo\u0022, dijo Witkoff. La ambici\u00f3n de Trump de lograr la paz entre Rusia y Ucrania en cualquier lugar parece tener m\u00e1s \u00e9xito para entender a Trump que el propio Trump para entender a Putin.El cambio de postura de Kissinger y BrzezinskiHacia el final de sus vidas, Kissinger y Brzezinski estuvieron a punto de intercambiar sus posiciones sobre Rusia. En un art\u00edculo publicado en 2014 en el 'Financial Times', Brzezinski defendi\u00f3 la 'finnizaci\u00f3n' de Ucrania, un modelo en el que Ucrania se convertir\u00eda en un pa\u00eds neutral, pero orientado a Occidente, que mediar\u00eda entre Rusia y la OTAN.Kissinger, por otro lado, apoy\u00f3 sorpresivamente la adhesi\u00f3n de Ucrania a la OTAN tras la invasi\u00f3n de Rusia en 2022. Este repentino cambio de posici\u00f3n de Kissinger puede atribuirse a su deseo de mantenerse dentro del marco del consenso general, un deseo que coincid\u00eda con las necesidades de su empresa consultora, Kissinger Associates. El a la Casa Blanca y a otros centros de poder era fundamental para su negocio.Brzezinski nunca fue propietario de una empresa comercial. As\u00ed que no necesitaba limitar sus puntos de vista. Critic\u00f3 a todos los presidentes, incluido Barack Obama, quien, a pesar de su apoyo y iraci\u00f3n iniciales por \u00e9l, fue criticado por oponerse a la guerra de Irak en 2003. Bill Clinton, que en un principio hab\u00eda dado las gracias a Brzezinski tras firmar el documento inicial de expansi\u00f3n de la OTAN en 1999 (para incluir a Polonia), m\u00e1s tarde rechaz\u00f3 la opini\u00f3n positiva de Brzezinski por su debilidad hacia el reci\u00e9n llegado Putin. La \u00fanica excepci\u00f3n fue Jimmy Carter, con quien Brzezinski mantuvo una profunda amistad hasta el final de su vida.La relativa estilizaci\u00f3n de la postura de Brzezinski sobre Rusia puede considerarse como el resultado de una especie de debilitamiento en la vejez, aunque nunca perdi\u00f3 de vista su visi\u00f3n m\u00e1s sombr\u00eda de Putin. Tras su derrame cerebral a finales de 2014, sus hijos tardaron alg\u00fan tiempo en convencerla de que se pusiera un marcapasos. El dispositivo le irritaba desde varios puntos de vista: era un s\u00edmbolo del final de la vida, una tecnolog\u00eda a la que era ajeno por naturaleza y, lo que es peor, era una herramienta que transmit\u00eda sus datos a un destinatario que pod\u00eda ponerlo en peligro.A Brzezinski le preocupaba que los rusos pudieran acceder a sus datos m\u00e9dicos. \u0022Sabes, pap\u00e1, no creo que Putin tenga tiempo ahora mismo para rascarse la cabeza, y mucho menos para leer tu historial m\u00e9dico\u0022, dijo su hijo mayor, Yan. Su otro hijo, Mark, se convirti\u00f3 m\u00e1s tarde en embajador de Biden en Polonia.Los cr\u00edticos de Kissinger y Brzezinski tienen suficiente material a su disposici\u00f3n para criticar. El obituario de la muerte de Kissinger publicado en la revista 'Rolling Stone' dec\u00eda: \u0022Henry Kissinger, criminal de guerra, amado por la clase dominante de Estados Unidos, finalmente ha muerto\u0022. El bombardeo encubierto de Camboya por Nixon, el apoyo a la sangrienta campa\u00f1a de represi\u00f3n en Pakist\u00e1n contra el levantamiento en Bangladesh, el golpe de Estado respaldado por Estados Unidos en Chile y las escuchas telef\u00f3nicas de sus propios empleados no dejaron a Kissinger afligido por el resto de su vida. Sin embargo, fue negociador en el primer acuerdo de control de armas nucleares y avanz\u00f3 hasta la v\u00edspera del segundo acuerdo. La pol\u00edtica de desescalada no era una ilusi\u00f3n. Cuanto m\u00e1s crec\u00eda, m\u00e1s lo trataban como a un profeta.La permanencia de Brzezinski en el Gobierno no dej\u00f3 manchas de sangre en sus manos. Carter fue el \u00fanico presidente despu\u00e9s de la Segunda Guerra Mundial que nunca orden\u00f3 el env\u00edo de tropas a la guerra, aunque ocho militares estadounidenses murieron en una operaci\u00f3n fallida para rescatar a los rehenes iran\u00edes.Sin embargo, Brzezinski contribuy\u00f3 a arrastrar a los sovi\u00e9ticos a Afganist\u00e1n en 1979, aunque la decisi\u00f3n final sobre la invasi\u00f3n la tom\u00f3 Leonid Brezhnev. Tras enterarse del ataque, se dice que Brzezinski le dijo a uno de sus ayudantes: \u0022\u00a1Se han mordido el anzuelo!\u0022.La g\u00e9nesis del yihadismo en el mundo comenz\u00f3 en parte al mismo tiempo. Sin embargo, el analista del 'Financial Times' escribe que las afirmaciones en las que se califica a Brzezinski de 'padrino de Al Qaeda' carecen totalmente de fundamento y son exageradas. El grupo terrorista se form\u00f3 siete a\u00f1os despu\u00e9s del final de la presidencia de Carter.\u00bfHabr\u00e1 m\u00e1s personajes como Brzezinski y Kissinger?Algunos creen que las condiciones del mundo actual han hecho que el surgimiento de personajes como Kissinger o Brzezinski sea mucho m\u00e1s dif\u00edcil. En la era digital, las maniobras geopol\u00edticas son mucho m\u00e1s dif\u00edciles de ejecutar. Sus cr\u00edticos, que no est\u00e1n necesariamente de acuerdo, encuentran, por cierto, agradable la ausencia de sus gustos. Sin embargo, si queremos hacer un recuento de uno de los personajes m\u00e1s queridos de Trump, Hannibal Lecter, el mundo era m\u00e1s interesante a pesar de Kissinger y Brzezinski. En otras palabras: las estrategias diversificadas son mejores que las no estrat\u00e9gicas.Cuando Brzezinski muri\u00f3, Kissinger estaba desconsolado. Los dos se conocieron por primera vez hace 67 a\u00f1os en la Universidad de Harvard. En una carta a la familia de Brzezinski, Kissinger escribi\u00f3: \u0022Cuando me enter\u00e9 de la noticia de la muerte de Zbig, de repente sent\u00ed con todo mi coraz\u00f3n lo importante que hab\u00eda sido su presencia para la imagen que ten\u00eda en mente de un mundo precioso en el que vivir y defender. Sent\u00ed que uno de los pilares del mundo que me importaba se estaba desmoronando... Creo que, aunque no siempre con aspiraciones, sino con un prop\u00f3sito, \u00e9ramos socios\u0022. Los dos estadounidenses parecen haberse llevado mejor despu\u00e9s de la muerte que durante toda su vida. A medida que pasan sus eras, y al mismo tiempo que Estados Unidos niega el mundo que ha creado para s\u00ed mismo, ambos personajes merecen ser estudiados y reflexionados.", "dateCreated": "2025-04-13T13:44:09+02:00", "dateModified": "2025-04-13T14:52:16+02:00", "datePublished": "2025-04-13T14:40:08+02:00", "image": { "@type": "ImageObject", "url": "https://image.staticox.com/?url=https%3A%2F%2Fstatic.euronews.com%2Farticles%2Fstories%2F09%2F19%2F56%2F54%2F1440x810_cmsv2_4348a3c8-bf74-5bfe-864e-0f3d08d6f08d-9195654.jpg", "width": 1440, "height": 810, "caption": "Brzezinski (derecha) y Kissinger (izquierda)", "thumbnail": "https://image.staticox.com/?url=https%3A%2F%2Fstatic.euronews.com%2Farticles%2Fstories%2F09%2F19%2F56%2F54%2F432x243_cmsv2_4348a3c8-bf74-5bfe-864e-0f3d08d6f08d-9195654.jpg", "publisher": { "@type": "Organization", "name": "euronews", "url": "https://image.staticox.com/?url=https%3A%2F%2Fstatic.euronews.com%2Fwebsite%2Fimages%2Feuronews-logo-main-blue-403x60.png" } }, "publisher": { "@type": "Organization", "name": "Euronews", "legalName": "Euronews", "url": "/", "logo": { "@type": "ImageObject", "url": "https://image.staticox.com/?url=https%3A%2F%2Fstatic.euronews.com%2Fwebsite%2Fimages%2Feuronews-logo-main-blue-403x60.png", "width": 403, "height": 60 }, "sameAs": [ "https://www.facebook.com/es.euronews", "https://www.instagram.com/euronewses/", "https://flipboard.com/@euronewses", "https://twitter.com/euronewses", "https://www.linkedin.com/company/euronews" ] }, "articleSection": [ "Mundo" ], "isAccessibleForFree": "False", "hasPart": { "@type": "WebPageElement", "isAccessibleForFree": "False", "cssSelector": ".poool-content" } }, { "@type": "WebSite", "name": "Euronews.com", "url": "/", "potentialAction": { "@type": "SearchAction", "target": "/search?query={search_term_string}", "query-input": "required name=search_term_string" }, "sameAs": [ "https://www.facebook.com/es.euronews", "https://www.instagram.com/euronewses/", "https://flipboard.com/@euronewses", "https://twitter.com/euronewses", "https://www.linkedin.com/company/euronews" ] } ] }
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Los estrategas ausentes: ¿Cómo enfrentarían Brzezinski y Kissinger el mundo de Trump y el nuevo orden global?

Brzezinski (derecha) y Kissinger (izquierda)
Brzezinski (derecha) y Kissinger (izquierda) Derechos de autor AP
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Por Euronews en farsi
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Zbigniew Brzezinski y Henry Kissinger tuvieron vidas paralelas, asesoraron a presidentes y cambiaron el curso de la Guerra Fría. ¿Cómo dirigirían a Estados Unidos hoy si estuvieran vivos?

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La rivalidad entre Brzezinski y Kissinger, los dos grandes estrategas estadounidenses de la era de la Guerra Fría, se prolongó durante décadas e impactó en la trayectoria histórica de las dos superpotencias. El 'Financial Times' escribe en un análisis que su principal diferencia fue que uno (Brzezinski) creía en continuar la lucha ideológica con la Unión Soviética, mientras que el otro (Kissinger) abogaba por una reducción continua de la tensión con el enemigo de Estados Unidos.

Edward Luce, autor del artículo del 'Financial Times', es el editor de este periódico, cuyo libro biográfico sobre Brzezinski, titulado 'Zbigniew; The Life of Zbigniew Brzezinski, America's Cold War Prophet' ('Zbigniew; La vida de Zbigniew Brzezinski, el profeta de Estados Unidos durante la Guerra Fría'), está en manos de la publicación.

Dice que Kissinger ganó en la arena de la fama, pero Brzezinski ganó puntos en una competencia intelectual con Kissinger durante la Guerra Fría. Kissinger supuso erróneamente que la Unión Soviética permanecería para siempre como parte de la estructura global, mientras que Brzezinski consideró acertadamente a las malvadas naciones bajo el dominio de la Unión Soviética, incluida Ucrania, como su talón de Aquiles.

El conflicto entre ambos países sobre cómo gestionar la Guerra Fría es tan importante hoy en día como la disputa entre los partidarios de Trump sobre la relación de Putin con Rusia. Algunos buscan la cercanía y la reducción de las tensiones con Rusia, pero otros consideran que esta política es desastrosa para Ucrania. En el destino de Ucrania reside un futuro de guerra y paz.

La diferencia fundamental actual con respecto a la era de Brzezinski y Kissinger es que ya no hay nadie con creatividad intelectual, credibilidad pública y peso diplomático en Estados Unidos. La ausencia de una 'gran estrategia' en los Estados Unidos de hoy tiene sus raíces en la ausencia de un 'gran estratega'.

Dos inmigrantes con mucho poder

Pero, ¿qué tenían ellos que sus sucesores más anónimos no tengan hoy? El 'Financial Times' da una respuesta sencilla a la pregunta: tanto Kissinger como Brzezinski eran inmigrantes. Los recién llegados suelen valorar más sus libertades que los estadounidenses, y hay estadísticas que muestran que tienen muchas más probabilidades de crear una empresa, ganar un premio Nobel o crear una escuela de pensamiento.

El nombre de Brzezinski surgió durante el apogeo de la 'Universidad de la Guerra Fría' de Estados Unidos, primero en Harvard y luego en Columbia, como sovietólogo, es decir, en la estructura público-privada de las universidades de élite que trabajaban en estrecha colaboración con el Gobierno estadounidense en la política de la Guerra Fría. Esto contrasta marcadamente con la política de Trump de financiar agresivamente a las universidades de élite y acusarlas de tener tendencias liberales y antigubernamentales.

Al mismo tiempo, Kissinger se convirtió en un nombre muy conocido en Harvard y fue reconocido como un autor consumado en la historia de las relaciones internacionales. Las ambiciones descabelladas de estos dos sorprendieron a muchos de sus compañeros con menos experiencia.

Sin embargo, se puede encontrar un indicio más profundo en la historia de su migración. Heinz Kissinger, el padre de Henry Kissinger, emigró a Estados Unidos a los 15 años, es decir, en 1938 y un mes antes de la famosa traición de Neville Chamberlain, el primer ministro británico, en el Acuerdo de Múnich con Checoslovaquia. Unas semanas más tarde, Zbigniew Brzezinski, de 10 años, salió de Europa y, tras cruzar el océano, vio la Estatua de la Libertad por primera vez, solo dos días después de la eventual ocupación por Hitler de los Sudetes de Checoslovaquia.

Ambos habían crecido en las "tierras sangrientas" de la Europa de entreguerras. Uno era un refugiado judío-alemán cuya familia fue prácticamente aniquilada en el Holocausto, y el otro, hijo de un diplomático polaco cuyo país, menos de un año después, fue víctima de la brutal división entre los nazis y los soviéticos. La experiencia del sufrimiento y la muerte de sus seres queridos los moldeó de diferentes maneras. Kissinger dijo que siempre preferiría el orden si tuviera que elegir entre el orden y la justicia, ya que su familia estaba sumida en el caos histórico. Pero Brzezinski habría elegido la justicia. La herida histórica de Polonia fue el origen de sus ambiciones.

Pero lo que es más importante, ambos tenían un profundo sentimiento de tragedia humana. "Como inmigrantes, sabíamos lo frágiles que son las sociedades y teníamos una comprensión intuitiva de la fugacidad de la comprensión humana", dijo Kissinger al autor de un artículo del 'Financial Times' publicado en 2021.

En opinión de Kissinger, su diferencia con Brzezinski radicaba en que él mismo era de Alemania, pero consideraba que su identidad era independiente de Alemania; mientras que Brzezinski había definido su propia identidad como polaca, aunque Polonia nunca lo restringió a sus propias fronteras.

Con todo esto, Kissinger enfatizaría sus puntos en común con Brzezinski. Si bien Kissinger fue un pionero en esta obra, ambos hicieron a un lado a la antigua élite angloamericana. Algunos, como Averell Harriman, Dean Acheson y John McKelvey, hacían de la diplomacia un segundo trabajo o un compromiso paralelo. Por el contrario, Kissinger y Brzezinski eran profesionales y francos, sin tener las redes aristocráticas de Washington.

Kissinger y Brzezinski en 2016.
Kissinger y Brzezinski en 2016.AP Photo

Pero lo que los distinguía era la experiencia del colapso social y la percepción de una eternidad geopolítica, una experiencia con la que ningún miembro de la vieja élite supremacista blanca de Estados Unidos podía competir. "La pregunta es: ¿pueden los estadounidenses entender que vivimos en una experiencia sin fin y que la vida no puede dividirse en temas separados?", dijo Kissinger.

Aunque estos dos altos funcionarios estadounidenses tomaron caminos diferentes, su visión del mundo era clara. La teoría original de Brzezinski de que la Unión Soviética era un sistema patriarcal en colapso casi nunca se puso en duda. Kissinger, por el contrario, era estratégicamente maleable y fluido. Era muy hábil en el arte de las acciones encubiertas, indirectas y engañosas; movimientos que producían cambios reales en la escena política sin representación externa, y él mismo denominó a esta habilidad 'movimiento inmóvil'.

Sin embargo, siempre ha contemplado un mundo en el que las grandes potencias luchen por mantenerse en equilibrio. La visión que Brzezinski tenía del mundo se formó a partir de un reparto más reducido, no solo de su Polonia natal, sino también de la miríada de grupos étnicos de la Unión Soviética a los que intentaba despertar para que se dieran cuenta de sus tendencias aislacionistas.

Al igual que Trump, Kissinger no tuvo tiempo para Radio Europa Libre y Voice of America, aunque las interrumpió gradualmente y año tras año, no todas a la vez. Con fluidez en ruso, polaco y un poco de alemán, Brzezinski reanudó la guerra ideológica tras el Telón de Acero, un telón que no le pareció tan impenetrable.

Kissinger tenía más poder; Brzezinski, un lanzador de puños. Cuando Brzezinski, durante la era de Nixon, acusó a Kissinger de "hacer acrobacias", su relación casi se rompió. A pesar de sus diferencias, a veces tensas, los dos contendientes republicano y demócrata nunca dudaron en cenar en el restaurante francés San Souci, cerca de la Casa Blanca. Era un lugar donde la gente iba a ser vista. "Siempre se aprende de los críticos amistosos, más que de los amigos acríticos", escribió Kissinger en una carta a Brzezinski después de una de esas cenas de principios de la década de 1970.

Es difícil imaginar semejante amistad y rivalidad junto con el diálogo actual en Washington, opina el editor del 'Financial Times'. En aquel momento, no existía la cuestión de los aranceles. Vivían en una época en que Estados Unidos estaba abriendo mercados y estableciendo la globalización. En esto, ambos estrategas estuvieron de acuerdo, sin ser demasiado cuidadosos. La economía no era el punto fuerte de ninguno de los dos. Pero hoy, Trump está anulando ese proyecto.

Trump, China y Rusia: la política de Brzezinski se ha invertido

Establecer relaciones con China fue el punto central del repertorio de ambos pensadores, Kissinger y Brzezinski. ¿Tiene Trump alguna estrategia con respecto a China? La idea de que Trump pueda llevar a cabo un "revés de Kissinger", es decir, llevar a Rusia a la órbita de Estados Unidos de la misma manera en que Kissinger se aprovechó de la brecha chino-soviética, es descabellada.

Steve Whitecough, el empresario inmobiliario neoyorquino que ahora se ha convertido en el emisario general de Trump, ha demostrado recientemente que no está a la altura de Putin. Un "Brzezinski a la inversa", es decir, romper los lazos con China y reconocer a Taiwán, parece poco probable, incluso teniendo en cuenta la imprevisibilidad de Trump.

Dado el intenso secretismo con el que Nixon y Kissinger prodigaron la abrupta apertura de la relación con China en 1972, Pekín asignó gran importancia al diálogo directo. Xu Enlai, el primer ministro chino instruido, educado y alfabetizado, fue el mejor bando negociador para Kissinger. Nixon y Mao Zedong jugaron con los primeros Nets; Kissinger y Xu continuaron con este desenlace.

La sustitución de Xu por Deng Xiaoping privó a Kissinger de su compañero de conversación más querido. Las mismas cualidades que no le gustaban a Kissinger en Deng, es decir, su actitud franca y a veces lasciva y su aversión por las sutilezas diplomáticas, eran precisamente las cosas que atraían a Brzezinski.

El odio que compartían contra los soviéticos fue el factor que impulsó la política chinalista de la istración Carter. Brzezinski era el asesor de Seguridad Nacional de Carter, al igual que Kissinger lo era de Nixon. El profundo respeto de Brzezinski por Deng nunca se vio empañado. Brzezinski consideraba a Deng "un hombre pequeño, pero de gran audacia". Deng, de 150 centímetros, también iraba el recital de Brzezinski.

Abandonando prácticamente la política de distensión de Kissinger, Brzezinski pasó a ser conocido en los medios de comunicación chinos como el 'Oso polar Rammer', un oso apodado 'Deng' en honor a la Unión Soviética. Kissinger quería mantener una distancia 'equitativa' entre Estados Unidos, los soviéticos y China. Pero en la era Carter, Estados Unidos y China prácticamente se convirtieron en socios.

En cualquier caso, es difícil imaginar que Trump pueda dedicar horas a entablar negociaciones detalladas y complejas con Xi Jinping o Putin. Tampoco es probable que Trump conceda a su asesor de Seguridad Nacional, Mike Waltz, o a su secretario de Relaciones Exteriores, Marco Rubio, la misma discreción que a Kissinger o Brzezinski.

La opinión de Brzezinski y Kissinger sobre la guerra de Ucrania si estuvieran vivos

Si Brzezinski y Kissinger vivieran hoy, ¿cómo abordarían cada uno el tema de la guerra de Rusia contra Ucrania? Según el editor del 'Financial Times', se puede decir con certeza que ni Brzezinski ni Kissinger, a pesar de sus diferencias, habrían aconsejado a Trump que hiciera concesiones a Rusia antes de las conversaciones de paz. Las concesiones deben presentarse como tentaciones en el transcurso de la negociación, no de antemano en forma de regalos retorcidos.

Ambos se sentirían profundamente entristecidos por la humillación de Zelenski por parte de Trump y su vicepresidente, J.D. Vance, en el Despacho Oval en febrero. Kissinger, con una estatura cautivadora, y Brzezinski, con una mente aguda y a veces mordaz, no verían a Zelenski como una presa, y mucho menos lo humillarían ante las cámaras.

Brzezinski se reúne con Deng Xiaoping.
Brzezinski se reúne con Deng Xiaoping.AP Photo

Es imposible imaginarse a uno de ellos hablando de Putin, como dijo recientemente Whitecough en una conversación con Tucker Carlson, el presentador partidario de Mega (Make America Great Again). Witkoff reveló que Putin supuestamente le rezó a Trump en la iglesia tras las declaraciones malintencionadas del verano pasado. Putin también le regaló a Witcuff un halagador retrato de Trump. "Putin fue muy magnánimo", dijo Witkoff.

La ambición de Trump de lograr la paz entre Rusia y Ucrania en cualquier lugar parece tener más éxito para entender a Trump que el propio Trump para entender a Putin.

El cambio de postura de Kissinger y Brzezinski

Hacia el final de sus vidas, Kissinger y Brzezinski estuvieron a punto de intercambiar sus posiciones sobre Rusia. En un artículo publicado en 2014 en el 'Financial Times', Brzezinski defendió la 'finnización' de Ucrania, un modelo en el que Ucrania se convertiría en un país neutral, pero orientado a Occidente, que mediaría entre Rusia y la OTAN.

Kissinger, por otro lado, apoyó sorpresivamente la adhesión de Ucrania a la OTAN tras la invasión de Rusia en 2022. Este repentino cambio de posición de Kissinger puede atribuirse a su deseo de mantenerse dentro del marco del consenso general, un deseo que coincidía con las necesidades de su empresa consultora, Kissinger Associates. El a la Casa Blanca y a otros centros de poder era fundamental para su negocio.

Brzezinski nunca fue propietario de una empresa comercial. Así que no necesitaba limitar sus puntos de vista. Criticó a todos los presidentes, incluido Barack Obama, quien, a pesar de su apoyo y iración iniciales por él, fue criticado por oponerse a la guerra de Irak en 2003. Bill Clinton, que en un principio había dado las gracias a Brzezinski tras firmar el documento inicial de expansión de la OTAN en 1999 (para incluir a Polonia), más tarde rechazó la opinión positiva de Brzezinski por su debilidad hacia el recién llegado Putin. La única excepción fue Jimmy Carter, con quien Brzezinski mantuvo una profunda amistad hasta el final de su vida.

La relativa estilización de la postura de Brzezinski sobre Rusia puede considerarse como el resultado de una especie de debilitamiento en la vejez, aunque nunca perdió de vista su visión más sombría de Putin. Tras su derrame cerebral a finales de 2014, sus hijos tardaron algún tiempo en convencerla de que se pusiera un marcapasos. El dispositivo le irritaba desde varios puntos de vista: era un símbolo del final de la vida, una tecnología a la que era ajeno por naturaleza y, lo que es peor, era una herramienta que transmitía sus datos a un destinatario que podía ponerlo en peligro.

A Brzezinski le preocupaba que los rusos pudieran acceder a sus datos médicos. "Sabes, papá, no creo que Putin tenga tiempo ahora mismo para rascarse la cabeza, y mucho menos para leer tu historial médico", dijo su hijo mayor, Yan. Su otro hijo, Mark, se convirtió más tarde en embajador de Biden en Polonia.

Los críticos de Kissinger y Brzezinski tienen suficiente material a su disposición para criticar. El obituario de la muerte de Kissinger publicado en la revista 'Rolling Stone' decía: "Henry Kissinger, criminal de guerra, amado por la clase dominante de Estados Unidos, finalmente ha muerto".

El bombardeo encubierto de Camboya por Nixon, el apoyo a la sangrienta campaña de represión en Pakistán contra el levantamiento en Bangladesh, el golpe de Estado respaldado por Estados Unidos en Chile y las escuchas telefónicas de sus propios empleados no dejaron a Kissinger afligido por el resto de su vida. Sin embargo, fue negociador en el primer acuerdo de control de armas nucleares y avanzó hasta la víspera del segundo acuerdo. La política de desescalada no era una ilusión. Cuanto más crecía, más lo trataban como a un profeta.

La permanencia de Brzezinski en el Gobierno no dejó manchas de sangre en sus manos. Carter fue el único presidente después de la Segunda Guerra Mundial que nunca ordenó el envío de tropas a la guerra, aunque ocho militares estadounidenses murieron en una operación fallida para rescatar a los rehenes iraníes.

Sin embargo, Brzezinski contribuyó a arrastrar a los soviéticos a Afganistán en 1979, aunque la decisión final sobre la invasión la tomó Leonid Brezhnev. Tras enterarse del ataque, se dice que Brzezinski le dijo a uno de sus ayudantes: "¡Se han mordido el anzuelo!".

La génesis del yihadismo en el mundo comenzó en parte al mismo tiempo. Sin embargo, el analista del 'Financial Times' escribe que las afirmaciones en las que se califica a Brzezinski de 'padrino de Al Qaeda' carecen totalmente de fundamento y son exageradas. El grupo terrorista se formó siete años después del final de la presidencia de Carter.

¿Habrá más personajes como Brzezinski y Kissinger?

Algunos creen que las condiciones del mundo actual han hecho que el surgimiento de personajes como Kissinger o Brzezinski sea mucho más difícil. En la era digital, las maniobras geopolíticas son mucho más difíciles de ejecutar. Sus críticos, que no están necesariamente de acuerdo, encuentran, por cierto, agradable la ausencia de sus gustos. Sin embargo, si queremos hacer un recuento de uno de los personajes más queridos de Trump, Hannibal Lecter, el mundo era más interesante a pesar de Kissinger y Brzezinski. En otras palabras: las estrategias diversificadas son mejores que las no estratégicas.

Cuando Brzezinski murió, Kissinger estaba desconsolado. Los dos se conocieron por primera vez hace 67 años en la Universidad de Harvard. En una carta a la familia de Brzezinski, Kissinger escribió: "Cuando me enteré de la noticia de la muerte de Zbig, de repente sentí con todo mi corazón lo importante que había sido su presencia para la imagen que tenía en mente de un mundo precioso en el que vivir y defender. Sentí que uno de los pilares del mundo que me importaba se estaba desmoronando... Creo que, aunque no siempre con aspiraciones, sino con un propósito, éramos socios".

Los dos estadounidenses parecen haberse llevado mejor después de la muerte que durante toda su vida. A medida que pasan sus eras, y al mismo tiempo que Estados Unidos niega el mundo que ha creado para sí mismo, ambos personajes merecen ser estudiados y reflexionados.

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