Rusia ha sido acusada de militarizar la migración al canalizar a personas hacia las fronteras de Finlandia en las últimas semanas. Estonia declara qu el país debe estar preparado para un escenario en el que la avalancha procedente de Finlandia alcance directamente su frontera verde del sureste.
PUBLICIDADEstonia ha declarado que está preparada para un posible "desbordamiento" de la crisis migratoria en el extremo oriental de la UE.
Finlandia cerrará sus 1 300 km de frontera con Rusia a partir de la medianoche del miércoles, tras el reciente aumento del número de personas que intentan entrar ilegalmente en el país. Moscú ha sido acusado de canalizar a los inmigrantes hacia la frontera finlandesa como una forma de "guerra híbrida".
Ahora la vecina Estonia, también fronteriza con Rusia, afirma que también podría verse afectada, aunque todavía no ha sufrido una presión similar en su frontera, según las autoridades estonias.
"La decisión de Finlandia de cerrar todos los pasos fronterizos de su frontera oriental no significa necesariamente que la presión migratoria procedente de Rusia se extienda automáticamente a nuestros pasos fronterizos o a la frontera verde", declaró a Euronews el ministro del Interior de Estonia, Lauri Läänemets.
"Pero definitivamente consideramos que es un escenario probable, por lo que hemos hecho todos los preparativos en caso de un desbordamiento de la migración a las fronteras estonias o a puntos fronterizos".
Voces en el pequeño estado báltico han pedido un cierre preventivo de su frontera con Rusia.
Sin embargo, Läänemets afirmó: "Teniendo en cuenta los recursos y la preparación, este no sería el mejor enfoque”.
"En lugar de destinar recursos adicionales a cierres preventivos, creemos que es más importante ahorrar energía y recursos para mantener la máxima preparación. Dependiendo de los escenarios, podríamos necesitar a nuestro personal en otro lugar".
El ministro del Interior declaró que en la última semana no habían llegado más grupos de inmigrantes al paso fronterizo de Narva, al noreste de Estonia, aunque añadió que el país "debe estar preparado para un escenario en el que la avalancha procedente de Finlandia alcance directamente nuestra frontera verde del sureste".
La frontera verde se refiere a zonas naturales y boscosas donde no hay pasos fronterizos formales.
"Estonia no permitirá que nadie que no tenga [el] derecho legal y los papeles en regla entre en [la] UE y el espacio Schengen a través de nuestros pasos fronterizos", dijo Läänemets.
Alrededor de 900 personas —la mayoría de Oriente Medio y África— han llegado a la frontera finlandesa desde agosto, a menudo en flamantes bicicletas.
La semana pasada, el ministro de Defensa de Estonia, Hanno Pevkur, calificó esta operación de "totalmente orquestada por el Estado" de Moscú, que, según él, estaba armando la inmigración.
Moscú ya ha amenazado con tomar represalias contra Finlandia por su ingreso en la OTAN, mientras que Estonia y la UE en general están en el punto de mira por su apoyo a Ucrania en su lucha contra la invasión rusa.
"Según lo que sabemos hasta ahora, los migrantes no llegan a las fronteras de la UE de forma independiente y sin apoyo ni orientación", declaró el ministro del Interior Läänemets. "Lo que vemos es una operación migratoria orquestada, que no podría tener lugar sin la participación de las autoridades y los servicios especiales rusos".
Rusia ha negado que esté animando a los indocumentados a llegar a la frontera.
Los observadores han afirmado que Moscú podría estar intentando desestabilizar a los Estados de la UE, ya que una crisis fronteriza podría agravar la polarización social y las divisiones políticas.
Sin embargo, Läänemets no está de acuerdo con esto.
"En un sentido amplio, es interesante ver cómo los intentos de Rusia de dividir a la sociedad finlandesa utilizando la presión migratoria han fracasado y, en cambio, han acercado a Finlandia a los países bálticos y Polonia, que se han enfrentado a ataques híbridos similares en los últimos años", afirmó.
"Con sus acciones, Rusia está dando otro empujón para que la UE se replantee su enfoque de la migración. Tenemos que hacer frente a la inmigración ilegal, no sólo para proteger nuestra propia seguridad y la libre circulación del espacio Schengen, sino también para proteger a personas inocentes de países del Tercer Mundo de ser utilizadas como peones, ya sea por países hostiles en una guerra híbrida o por el crimen organizado para obtener beneficios ilegales".
En lo que se ha denominado la crisis migratoria olvidada de Europa, Bielorrusia ha canalizado a personas hacia las fronteras de Lituania y Polonia desde 2021 en medio de una disputa geopolítica.
Además de las apremiantes preocupaciones humanitarias, los grupos de derechos humanos han condenado la respuesta de las autoridades lituanas, que han sido ampliamente acusadas de empujar violentamente a la gente de vuelta a Bielorrusia, mientras sometían a miles de personas a condiciones inhumanas y tortura en campos de detención, según Amnistía.
Letonia también ha sufrido la misma crisis en los últimos meses en sus fronteras con Bielorrusia.
Una media de 100 "inmigrantes ilegales" intentaron entrar diariamente en Letonia desde Bielorrusia en octubre.
Las autoridades estonias habían enviado, anteriormente, a sus fuerzas fronterizas para ayudar a Riga, la capital de Letonia, según declaró el Ministerio del Interior de Estonia en un comunicado separado enviado a Euronews.