Para los expertos, los tanques Leopard y los vehículos de infantería Bradley han tenido algunos fallos, que en realidad podrían deberse al modo en que se utiliza el armamento. La comunicación y la guerra electrónica tienen un papel mucho más importante que el uso de drones, según expertos.
PUBLICIDADApoyar a Ucrania para contrarrestar la agresión rusa se ha convertido en una cuestión de principios para decenas de países que suministran ayuda humanitaria y militar a Kiev.
Entre el armamento suministrado a las fuerzas armadas ucranianas, había tanto piezas usadas desde hace tiempo como equipos relativamente nuevos. Para todos ellos, la guerra a gran escala en Europa se ha convertido en una especie de prueba de su eficacia en las condiciones de las operaciones de combate modernas.
Para César Pintado, experto del Campus Internacional para la Seguridad y la Defensa, la guerra de Ucrania ha sido un baño de realidad para Occidente, para los planificadores militares, y también civiles, relacionados con la defensa, porque es el regreso de la guerra convencional de alta intensidad.
"Eso nos ha sacado de 20, o más bien 30 años de falsas nociones o de nociones que no se ajusta a la realidad actual que nos está llevando a unas decisiones de calado histórico", expresa Pintado.
¿Qué tan útil es el armamento enviado por Occidente?
Según el Instituto de Economía Mundial de Kiel, los donantes internacionales han prometido más de 80 000 millones de euros de ayuda militar a Ucrania desde el comienzo de la invasión rusa. Pero, ¿hasta qué punto es útil el armamento que se envía?
Gran parte de los combates los libran con equipos de la era soviética. Para los expertos, los tanques Leopard y los vehículos de infantería Bradley han tenido algunos fallos, que en realidad podrían deberse al modo en que se utiliza el armamento.
Fracasos estrepitosos
Han salido a la luz las deficiencias de algunos modelos más antiguos, como los tanques con ruedas, lo que indica que ya no merece la pena utilizarlos en la guerra moderna.
Los analistas, sin embargo, tienden a atribuir esto a errores en el uso de tales vehículos y a la falta de entrenamiento.
Matthew Schmidt, de la Universidad de New Haven, llama la atención sobre la diferencia de planteamientos bélicos en Occidente y Oriente.
Schmidt advierte que es importante tener en cuenta que la interoperabilidad establecida con otras ramas del ejército sirve como una especie de multiplicador para aumentar la eficacia de los mismos batallones de tanques en EE.UU., y ese entrenamiento requiere tiempo y práctica.
"Si los tanques ses fueran operados por tropas de la OTAN bien entrenadas, habría menos pérdidas de estos tanques en Ucrania. No porque las tropas de la OTAN sean técnicamente más hábiles sino porque saben cómo manejarlos en combinación con otros sistemas como la artillería o la infantería", explica.
Schmidt cree que, con el tiempo, las AFU han sido capaces de mejorar significativamente su manejo de los equipos occidentales. Pero hace falta más que eso, o incluso más, para tener éxito en la guerra.
Una guerra del presente y del futuro
Una de las características de este conflicto es el uso a gran escala de aviones no tripulados. César Pintado cree que es en Ucrania donde los drones se han convertido en un elemento básico de la guerra. Lo califica de "revolución":
"La naturaleza de la guerra está cambiando ante nuestros ojos, a veces de forma silenciosa, a veces de forma espontánea; pero sin duda se están sentando las bases de una revolución, de una forma de combatir completamente diferente. Es como la introducción de la aviación en la Primera Guerra Mundial".
Matthew Schmidt, por su parte, no se inclina a exaltar tanto la importancia de los drones. En su opinión, los drones de ataque, por el contrario, han demostrado más bien su ineficacia.
La comunicación y la guerra electrónica han desempeñado un papel mucho más importante, afirma el profesor de asuntos internacionales, seguridad nacional y ciencias políticas de la Universidad de New Haven.
También habla de la importancia de las escuchas telefónicas y la supresión de los sistemas de comunicaciones -especialmente en los primeros meses de la invasión rusa-, lo que permitió interceptar información clasificada e impidió que las unidades rusas compartieran información.
Según Schmidt, el desarrollo de estas áreas es clave para el éxito de Ucrania en un futuro enfrentamiento con Rusia, ya que ambas partes buscan reforzar sus capacidades militares:
"¿Ves estas innovaciones ahora? Creo que será aún mejor. En un futuro conflicto estabilizado, veremos muchas innovaciones a largo plazo. Y en el lado ruso, los militares tardarán una década o más en reconstruir lo que perdieron en esta guerra, ya que sus sistemas no son muy buenos", concluye.